A menos de seis meses de las elecciones federales de 2024, las principales fuerzas políticas de México se preparan intensamente para la contienda presidencial. La alianza conformada por el PRI, PAN y PRD, conocida como “Fuerza y Corazón por México”, liderada por su precandidata Xóchitl Gálvez, está tomando la delantera en este proceso. Gálvez no sólo ha revelado su equipo de colaboradores cercanos, sino que también ha dado un paso crucial al formar un grupo de notables para desarrollar su Plan de Gobierno Sexenal, coordinado por Enrique de la Madrid Cordero.
Este equipo multidisciplinario de expertos, colaborando estrechamente con la sociedad civil organizada, está trabajando en al menos 29 mesas temáticas abarcando aspectos sociales, políticos y económicos. Destacando entre ellos, Guillermo Ruiz de Teresa, coordinador de una de las mesas, compartió en una entrevista para “Voces en Red” de Ciudadanos en Red, que el programa de infraestructura propuesto por Gálvez no solo será ambicioso, sino superior al de sus competidores de Morena y sus aliados.
Ruiz de Teresa, con su vasta experiencia en infraestructuras como aeropuertos, puertos, carreteras, vías férreas y servicios básicos, criticó la falta de inversión suficiente en este sector por la actual administración. A pesar de proyectos significativos como el AIFA, el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, señaló que la inversión en infraestructura durante el actual gobierno no ha alcanzado ni la mitad de lo invertido en administraciones anteriores.
El coordinador de los Foros de Infraestructura de la iniciativa “Imaginemos el México que Merecemos”, que recorrerá las principales ciudades del país recogiendo propuestas ciudadanas y de expertos para integrarlas al Plan de Gobierno de Gálvez, adelantó que las propuestas presentadas en la campaña de Xóchitl no solo serán promesas, sino que se convertirán en acciones de gobierno concretas para el período 2024-2030.
Guillermo Ruiz de Teresa, destacado experto en infraestructura, enfatizó la importancia de un enfoque ambicioso y colaborativo en el proyecto de infraestructura propuesto por Xóchitl Gálvez. Ruiz de Teresa subraya la necesidad de ir más allá de los fondos públicos, invitando a la participación activa del sector privado en el desarrollo de infraestructura nacional.
“El proyecto de Xóchitl Gálvez debe ser no solo ambicioso sino también inclusivo, abriendo puertas al sector privado”.
Guillermo Ruiz de Teresa
Resaltó la importancia de un esfuerzo conjunto entre todos los mexicanos para mejorar el país, señalando que no se trata de distinguir entre sectores ‘buenos’ o ‘malos’, sino de reconocer aquellos que están dispuestos a contribuir productivamente.
La participación de la sociedad civil es crucial, según Ruiz de Teresa, ya que puede aportar ideas valiosas, planteamientos y perspectivas diversas. Subrayó que el objetivo no es que el gobierno realice todas las obras por sí solo, sino que actúe como un catalizador de nuevas inversiones, creando oportunidades para una mayor inversión privada en infraestructura.
“Es fundamental sumar esfuerzos, empezando ahora con la planificación e incorporando ideas del sector privado, y más adelante, durante la ejecución de obras, con inversiones significativas de este sector”.
Su visión apunta a una colaboración sinérgica entre el gobierno y el sector privado, crucial para el desarrollo sostenible y eficiente de la infraestructura en México.
Guillermo Ruiz de Teresa ha compartido su visión sobre el desarrollo de México, destacando la importancia de una planificación ambiciosa para el futuro del país. Resaltó que el objetivo no es solo crear infraestructuras impresionantes, sino también fomentar un sentimiento de orgullo nacional en los logros del país.
“Para construir el país desarrollado que deseamos para nuestros hijos y nietos, y del cual podamos estar orgullosos, es esencial desarrollar un plan ambicioso. Este plan debería abarcar todo un sexenio, enfocándose en crear, invertir y producir obras de infraestructura que no solo sean emblemáticas, sino que también incentiven una mayor inversión del sector privado”.
Ruiz de Teresa enfatizó la necesidad de proyectos que no solo sean insignias, sino productivos, atrayendo la voluntad y el capital de diferentes áreas del país. Además, se mostró confiado en superar los proyectos propuestos por sus competidores, mencionando que si sus “vecinos de enfrente” planean continuar con la misma línea del sexenio actual, entonces su proyecto será indudablemente superior.
“Vamos a trabajar para que nuestro proyecto no solo sea mejor que el de los vecinos de enfrente, sino que realmente refleje el potencial y las aspiraciones de México”.
Guillermo Ruiz de Teresa expresó su preocupación por la disminución en la inversión en infraestructura en México desde 2018. Subrayó que, en comparación con países de capacidad similar, México debería haber duplicado su inversión en infraestructura desde ese año. Sin embargo, ha observado una notable reducción en sectores clave como puertos, aeropuertos y carreteras.
“Durante muchos años, hemos visto una inversión en infraestructura menor a la necesaria para un país de nuestra envergadura. Esta tendencia decreciente, especialmente evidente desde 2018, ha afectado negativamente a prácticamente todas las áreas relacionadas con la infraestructura”.
Ruiz de Teresa también destacó que la infraestructura va más allá de carreteras, puertos y aeropuertos, abarcando también sectores como la agricultura y la gestión del agua. Puso en duda si los distritos de riego y las presas han recibido la inversión y el mantenimiento necesarios, sugiriendo que probablemente no ha sido así.
“La actual inversión en infraestructura es considerablemente menor a lo que un país como México requiere”, afirmó. Advirtió que si esta tendencia no se revierte, México podría enfrentar consecuencias significativas en diversos sectores. La disminución de la inversión en el actual sexenio, según Ruiz de Teresa, ha sido aún más marcada en comparación con periodos anteriores, que ya de por sí eran insuficientes. Su análisis apunta a la urgente necesidad de aumentar la inversión en infraestructura para el desarrollo sostenido del país.
Ruiz de Teresa expresó dudas sobre la utilidad y eficacia de las megaobras impulsadas por la actual administración mexicana, como el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y la refinería de Dos Bocas. A pesar de reconocer que estas obras son de gran escala por la significativa inversión económica, Ruiz de Teresa cuestiona su verdadero beneficio para los mexicanos.
En particular, puso en tela de juicio la decisión de construir el AIFA en lugar del aeropuerto planeado en Texcoco. Según Ruiz de Teresa, el aeropuerto de Texcoco estaba destinado a ser un ‘aeropuerto hub’, un punto de conexión estratégico a nivel global, crucial para México dado su papel como puerta entre América Latina y América del Norte. Argumenta que el aeropuerto de Santa Lucía, diseñado para manejar alrededor de 20 millones de pasajeros, junto con el aeropuerto de Toluca, no alcanzarán la capacidad necesaria de más de 100 millones de pasajeros, una cifra que el aeropuerto de Texcoco hubiera podido manejar.
Ruiz de Teresa señaló que la cancelación del proyecto de Texcoco, tomada por una decisión popular y no por expertos, resultó en una pérdida económica significativa. Además, enfatizó que México todavía necesita un hub aéreo, una función que el AIFA no puede cumplir.
En cuanto al Tren Maya, Ruiz de Teresa reconoció la gran inversión realizada, pero se reservó su juicio hasta ver los resultados finales, particularmente en términos de impacto ecológico y generación de empleo. Su esperanza es que la inversión en el Tren Maya no resulte ser un gasto inútil y que realmente contribuya al desarrollo del nivel esperado. Estas observaciones de Ruiz de Teresa ponen en perspectiva los desafíos y decisiones críticas en la planificación de infraestructura en México.
El experto en infraestructura, ha emitido una evaluación cautelosa sobre las grandes obras de la actual administración, incluyendo la refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Tren Maya. Aunque reconoce la magnitud de éstas, Ruiz de Teresa sostiene que aún no es momento de juzgarlas definitivamente, pero sí de observar cómo evolucionan y, si es necesario, qué ajustes deben realizarse.
Ruiz de Teresa se refiere a la refinería de Dos Bocas, ubicada en una zona propensa a inundaciones, expresando su esperanza de que se hayan realizado los estudios y ajustes hidráulicos necesarios. Sobre el Tren Maya, menciona que el costo ha excedido significativamente lo previsto, y en el caso de la refinería de Dos Bocas, sugiere esperar a ver si cumple con sus objetivos antes de emitir un juicio.
Enfatiza la lección aprendida con la cancelación del aeropuerto de Texcoco: la importancia de realizar estudios previos antes de tomar decisiones sobre grandes proyectos. Según Ruiz de Teresa, las decisiones no deben ser producto de ocurrencias o votaciones populares sin fundamento técnico, sino basarse en estudios de impacto ambiental y social.
Asimismo, Ruiz de Teresa señala la importancia de considerar el impacto más amplio de las obras, no solo en términos de construcción, sino también en su efecto sobre el entorno local y regional. Menciona el caso del aeropuerto de Texcoco, cuya cancelación dejó sin resolver problemas de inundación en las comunidades cercanas, un aspecto que había sido contemplado en el plan original del aeropuerto.
Guillermo Ruiz de Teresa, con una visión clara sobre el desarrollo de infraestructura en México, ha destacado la necesidad de mejorar significativamente en diversos sectores para asegurar un futuro próspero para el país. En particular, Ruiz de Teresa enfatiza la importancia de mejorar el sector aeroportuario, incluyendo la creación de un hub aeroportuario eficiente, no solo por orgullo nacional, sino como una necesidad estratégica para aprovechar el nearshoring y potenciar la economía.
Propone la expansión y mejora del sistema ferroviario mexicano, sugiriendo rutas adicionales como México-Querétaro-León-Guadalajara y México-Querétaro-Nuevo León-Monterrey, entre otras. Ruiz de Teresa ve estos ejes ferroviarios y carreteros como fundamentales para la infraestructura de comunicación y logística del país.
Su visión se extiende más allá del transporte, incluyendo la mejora de infraestructuras hidráulicas, como presas y sistemas de riego, optimizando el uso del agua. También aboga por una mejora sustancial en la infraestructura de servicios públicos, como hospitales y escuelas.
“La infraestructura es la base del desarrollo, sin duda alguna”, afirma Ruiz de Teresa, subrayando que no se puede concebir un México desarrollado sin una infraestructura de calidad. Esta declaración refleja su compromiso con un enfoque integral y de largo plazo en la planificación y mejora de la infraestructura en México, reconociendo su papel vital en el desarrollo sostenible y la prosperidad del país.
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