En las últimas semanas, la vacuna de origen chino CanSino, ha sido cuestionada en cuanto a su eficacia, esto, luego de comprobarse que la inmunidad ofrecida por el biológico pierde efectividad a los seis meses de ser suministrada.
Además, Univision informó que, en México, esta vacuna fue adquirida por el Gobierno Federal bajo un contrato donde se encuentra involucrada una empresa fantasma de origen suizo.
Ahora, diversas personas que son voluntarias en el ensayo clínico de la tercera fase de dicho biológico, han denunciado falta de transparencia en todo el proceso.
En la Ciudad de México, el ensayo clínico para esta vacuna contra COVID-19 inició en noviembre del 2020, luego de recibir la aprobación de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, extendió una invitación a la población para sumarse de manera voluntaria a las pruebas de la tercera fase de este ensayo clínico, el cual, necesitaría alrededor de 10 mil personas.
Dicho estudio se realiza en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ) y en su momento, el director general David Kershenobich Stalnikowitz, informó que todos los voluntarios que ingresaran al ensayo serían atendidos en el Instituto en caso de tener un efecto secundario y agregó, que su participación sería fundamental para el avance de la vacuna contra el COVID-19.
En tanto, el investigador del INCMNSZ, Guillermo Miguel Ruiz-Palacios y Santos, indicó que el estudio clínico tiene como propósito evaluar la seguridad de la vacuna CanSino y su eficacia para prevenir virológicamente el COVID-19.
Asimismo, se informó que este es un estudio multicéntrico aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo y de diseño adaptativo para evaluar la eficacia, seguridad e inmunogenicidad de la Vacuna Recombinante contra el Nuevo Coronavirus (Vector de Adenovirus Tipo 5) (Ad5-nCoV) en adultos de mayores de 18 años.
El ensayo inició en la Ciudad de México oficialmente los primeros días de diciembre de 2020, pero a la fecha, diversos voluntarios de la Fase III del ensayo clínico de la vacuna de origen chino han acusado al Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán de carecer de transparencia y buen trato.
Emilia Chávez, docente de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, y voluntaria de dicha prueba, dijo a Ciudadanos en Red que desde el inicio del proceso notó inconsistencias. Ella decidió formar parte de esta etapa porque consideró que “no iba a ciegas” pues el Instituto de Nutrición es un hospital de gran prestigio a nivel nacional.
En primera instancia, relata Emilia, luego de firmar una responsiva y recibir una plática donde se detallaron los efectos secundarios, la enfermera que le aplicó la inyección, al notar que le causó cierta molestia en el brazo le dijo: “se me hace que sí te tocó vacuna” afectando directamente el protocolo al provocar sugestión a la paciente.
A los voluntarios les explicaron que luego de recibir la inyección, serían monitoreados cada semana con un cuestionario que habrían de enviar vía correo electrónico, esto, sumando a una llamada telefónica cada treinta días. Emilia recibió una primera llamada de seguimiento una semana después de la inyección, pero no fue hasta el 10 de marzo, es decir, 10 semanas después y luego de que ella insistiera, que empezó a recibir correos electrónicos cada siete días.
“…Me preocupa que no haya un seguimiento por parte del ensayo clínico cuando es algo a lo que ellos se comprometieron. Hasta la semana 10 comenzaron a llegarme los correos”, dijo.
Por otra parte, Emilia relata que el 30 de enero, en el tiempo en que no estaba recibiendo ningún tipo de seguimiento, por cuestiones de trabajo se hizo una prueba de anticuerpos para poder viajar. Cuando recibe los resultados le informan que es positiva.
“Según me explican, el resultado dice que tengo anticuerpos covid activos, no viejos, no como de una vacuna o de una enfermedad pasada, sino que en ese momento yo tengo covid con una carga viral alta y tengo que hacer lo procedente”, explica.
Emilia llamó el 1 de febrero al Instituto de Nutrición para informarles del resultado, pero no recibió respuesta de algún especialista porque, de acuerdo a lo que le explicaron, era día de asueto y no podían atenderla.
“Eso me desilusionó mucho, me desconcertó, me decepcionó porque no me estaban cuidando como prometieron. Una cosa de ser voluntario es que te sientes, eso, cuidado, protegido por médicos especialistas y no lo estaban haciendo”, relata.
En febrero de 2021 la COFEPRIS aprobó el uso de emergencia de la vacuna CanSino, posteriormente, el investigador Guillermo Miguel Ruiz-Palacios envió un correo electrónico a los participantes del ensayo en donde les explica que en la primera semana de mayo darían a conocer si recibieron la vacuna o el placebo. Eso no sucedió.
En los primeros días de mayo les informaron que al demostrarse una reducción significativa de la efectividad luego de un periodo de seis meses, el estudio iba a continuar, pero sin abrir los ciegos, es decir, sin saber qué les habían inyectado.
Emilia explica que el jueves 17 de junio le piden que se presente al INCMNSZ al día siguiente, el viernes 18, sin darle más explicaciones. Al decirles que no se puede presentar, la sacan del estudio.
“De inmediato me comuniqué, le expliqué a la persona que me tomó la llamada que por una cuestión laboral yo no puedo ir mañana a esta hora, pero, la próxima semana, el día que ustedes me digan, a la hora que ustedes me digan yo voy a estar ahí. Sólo me dijo que estaba bien y que lo iba a anotar”.
Detalla que, al día siguiente recibe una llamada de una persona distinta y le avisa que la están esperando, cuando ella, un día antes, pidió una reprogramación de la cita.
“Entonces voy a poner que se puso otra vacuna (…) yo creo que por eso no quiere venir, porque ya se fue a poner la de Pfizer”, le responden.
Después de recibir esa respuesta, Emilia pide que en ese momento le abran el ciego, pero la persona al teléfono le cuelga sin más explicaciones.
Posterior a esto, Emilia escribió una carta dirigida a las autoridades del INCMNSZ y al Comité de Ética detallando toda la situación, el director de Investigación del Instituto, Gerardo Gamba, en su respuesta le informa que ya exigió una explicación inmediata y positiva a sus exigencias para que siga en el ensayo y pueda recibir la vacuna.
A la fecha, Emilia no sabe si le inyectaron la vacuna o un placebo, tampoco sabe si sigue o no en el estudio pues nadie se ha puesto en contacto con ella.
La vacuna CanSino ha sido aplicada a miles de docentes de todo el país, sólo en la Ciudad de México ya fue suministrada a 267 mil 700 elementos del sector educativo, de acuerdo con las últimas cifras presentadas por la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
Emilia, como parte de uno de los sectores prioritarios para la inmunización y después de esta experiencia no se siente segura de regresar a las aulas.
“Yo como docente no me siento preparada para volver a aulas, yo tengo miedo realmente de regresar a dar clases presenciales en este momento”, termina.
Una situación muy similar a esta la experimentan varios participantes del ensayo, entre ellos Santiago de 25 años, que para motivos de este texto y por petición suya, le fue modificado el nombre.
Él explicó a Ciudadanos en Red que también ha vivido incertidumbre desde que fue incluido en el ensayo en diciembre de 2020, pues tampoco ha recibido el monitoreo adecuado.
Santiago recibió la inyección el 22 de diciembre y no recibió llamadas o mensajes de seguimiento hasta tres semanas después.
A los participantes, cada siete días les envían un cuestionario de aproximadamente 20 preguntas que se contestan con sí o no, él no tiene la certeza de que sean revisados pues, cuando tuvo ligeros síntomas como dolor de garganta, fue contactado diez días después.
Al igual que en la experiencia pasada, en febrero le hicieron llegar un correo electrónico donde le informaron que en la primera semana de mayo recibiría una segunda inyección, pero sin el conocimiento de si era su primer o segunda dosis de vacuna, pues el estudio continuaría sin saber si habían recibido o no un placebo.
En este momento, Santiago no confía en los resultados que arroje el estudio de la vacuna china en México, la última información que recibió por parte del INCMNSZ es que el 1 de julio recibirá la vacuna, pero, independientemente de eso, en cuanto le sea posible, explica, viajará a Estados Unidos a recibir la inmunización con otra marca pues tampoco existe la certeza de cuando el gobierno federal comenzará a la aplicación de vacunas a menores de 30 años.
De acuerdo con las últimas cifras presentadas por la Secretaría de Salud, sólo 30 millones 009 mil 547 personas han recibido al menos una dosis de la vacuna siendo una población de casi 130 millones de habitantes.