Isla Urbana es un proyecto que surgió en 2009 como una respuesta para la problemática de escasez de agua que se vive en México, particularmente en la capital donde hay zonas como Xochimilco e Iztapalapa en las cuales no hay conexiones de agua potable que sean suficientes.
Esta iniciativa apoya a la sustentabilidad del país en un sistema de captación de lluvia que puede abastecer de este recurso a familias completas durante gran parte del año, así lo explicó a Ciudadanos en Red, Nabani Vera, director de comunicación de Isla Urbana.
“En estos extremos hay muchas variantes, la gente que sí tiene conexión a la red, pero no le llega agua todos los días, gente que tiene conexión a la red y le llega de vez en cuando, pero le llega de pésima calidad”, detalla.
De acuerdo con datos de Isla Urbana, en promedio, sólo en la Ciudad de México, cada metro cuadrado de azotea puede recolectar más de 700 litros de agua al año. Es decir, un techo de 70 metros cuadrados puede recolectar hasta 63 mil litros, lo equivalente a siete pipas.
“México tiene al año siete meses de lluvias intensas, tiene muchas colonias donde la gente no tiene agua adentro de la casa y por fuera literalmente se inunda”, agregó.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) menciona que, uno de los grandes desafíos hídricos a nivel global es dotar de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento a la población rural, debido, por un lado, al crecimiento demográfico acelerado y por otro, a las dificultades técnicas, cada vez mayores, que conlleva hacerlo.
¿Qué situación vive la CDMX respecto al agua?
De acuerdo con Greenpeace, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) envía 32 mil 100 litros de agua potable cada segundo, de los cuales el Sistema Cutzamala provee al Valle de México 32%; el otro 68% se obtiene de vías subterráneas y pozos.
Estos más de 32 mil litros por segundo en realidad no son suficientes para abastecer a más de 21 millones de habitantes que requieren agua diaria para sus necesidades básicas de higiene y alimentación.
La mayor parte del agua que se usa en la capital se extrae de pozos, sin embargo, no toda es apta para consumo, ya que, en algunos casos, el agua del subsuelo ha presentado un incremento en su concentración de metales como arsénico, boro, fierro, manganeso y plomo, así como compuestos químicos, fármacos, antibióticos y otros contaminantes emergentes.
Además, en México no sólo hay poca agua, sino que está distribuida bajo criterios desiguales. Mientras que, en alcaldías como Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, en las que predominan viviendas de nivel socioeconómico medio-alto, sólo el 0.1% de estas no disponen de agua entubada, en alcaldías como Milpa Alta, esta cantidad se eleva al 11%.
En la Ciudad de México hay territorios de alcaldías como Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta y Tlalpan, que cuentan con bosques, zonas agrícolas, chinamperas y zonas de humedales (claves para la recarga de agua), donde las personas de los pueblos o barrios originarios y comunidades indígenas residentes han visto reducir sus espacios productivos por los cambios en los usos del suelo, la venta de sus terrenos y la contaminación de los recursos.
¿En qué consiste la captación de agua?
Un sistema de captación y aprovechamiento de agua de lluvia consiste en un diseño que permite interceptar, recolectar y almacenar el agua de lluvia para uso y consumo humano en lugares donde no se dispone de este recurso en cantidad y calidad necesaria.
El agua en muchas partes de México es cada vez más escasa y su costo se ha elevado, esta situación seguirá empeorando porque cada vez son más personas las que buscan extraer este recurso.
Nabani explica que esta eco-tecnología creada por Isla Urbana aprovecha la infraestructura de cualquier vivienda para canalizar el agua a un solo punto que posteriormente pasa a un proceso de desinfección física y química.
“Con esto, el agua de lluvia en la Ciudad de México se puede aprovechar para todos los usos de contacto humano, es decir, para todos los usos del hogar, incluso, con un paso extra, se puede beber el agua”, explica.
Para las zonas de bajos recursos de la Ciudad de México, Isla Urbana gestiona los proyectos para realizar la instalación con ayuda del Gobierno de la Ciudad de México o fundaciones nacionales e internacionales.
“La gente ha llegado con nosotros incluso a través de los presupuestos participativos (…) de donde se deje el recurso, nosotros lo conseguimos para tratar continuar con nuestro trabajo e impactar en la gente que menos agua tiene”, añadió
Isla Urbana trabaja para instalar sistemas de captación en donde más lo necesitan, como comunidades wixárika en la sierra de Jalisco, poblaciones mazatecas en Oaxaca o rarámuris en Chihuahua. Hasta hoy han trabajado en 35 comunidades indígenas, instalando sistemas de captación pluvial y trabajando programas de educación ambiental.
Aunque, comercialmente, también obtienen recursos vendiendo este sistema a viviendas que no se encuentran en zonas vulnerables pero que sí buscan ser sustentables.
“A nosotros nos interesa, no sólo instalar unos tubos y unos fierros e irnos, nos interesa el enfoque social, nos interesa que las comunidades y la gente se pueda organizar y que tenga acceso a esta ecotecnología y que impacte en mayor medida a quien mayor necesidad tiene”, añadió.
Al respecto, la CONAGUA detalla que, en 2015, la cobertura nacional de acceso al agua entubada en zonas urbanas era de 97.8% y 87.0% en zonas rurales, en tanto que la cobertura nacional de agua entubada en la vivienda o predio era de 97.2% para la zona urbana, mientras que para la zona rural era de 85.0%, lo que implica un déficit de la cobertura en zonas rurales respecto a las zonas urbanas.
Al ser esta una propuesta diseñada en los conceptos de sostenibilidad impacta directamente al medio ambiente, pues con cada litro que se logre captar con este sistema, la sobre explotación de pozos y acuíferos disminuye.
“En Ciudad de México, por cada litro que tú utilizas de la llave, fue un litro y medio, que se tuvo que extraer o del acuífero del Valle de México que estamos sobre explotado, o es agua que traemos desde Michoacán o del Estado de México; el 40 por ciento, de ese 100 por ciento que tú tienes, se desperdicia en fugas”, explicó.
Al momento, agrega Nabani, los niveles de captación de agua no son los suficientes para ver un cambio significativo en los niveles del sistema Cutzamala, pero, sin duda, los cambios individuales son necesarios para cambiar las condiciones hídricas del país.
Cabe mencionar que, desde 2020, el país vive una situación sanitaria en la que, para evitar la propagación de COVID-19, las autoridades de salud del país recomiendan lavarse las manos de manera continua, pero, teniendo en cuenta que hay zonas en las que el agua potable es escasa y las pipas de agua tienen un alto costo, un sistema de captación de agua como este, mejora considerablemente las probabilidades de sufrir un contagio.
Sobre esta misma línea, de acuerdo con el ingeniero Arturo Palma Carro, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS) y de la Asociación Mexicana de Hidráulica, durante la jornada de sana distancia se ha experimentado un incremento de la demanda de agua entre 30 y 40% pero, al mismo tiempo, la recaudación ha disminuido hasta en 50%.
Isla Urbana en el mundo
En 2018, Isla Urbana ganó el Premio Innovatis, Innovación Tecnológica para la Inclusión Social, otorgado por el CONACYT; en 2017 fueron ganadores de la categoría Acción por el Medio Ambiente, y eso los hizo acreedores al Premio Ciudad de México. Estos sólo son un par de reconocimientos a nivel nacional que se les han otorgado por su iniciativa, pero también han sido reconocidos en Chile, Estados Unidos, España y Londres.
Al momento, este proyecto ya está presente en más de 21 mil sistemas en el mismo número de viviendas de todo México, algunos, han sido colocados en escuelas con lo que se han cosechado más de 800 millones de litros de agua. El proyecto ya llegó a Honduras, Panamá, Chile y Brasil.