La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ha revelado una preocupante realidad: más de 50 millones de mexicanos carecen de acceso a servicios de salud. Esta cifra representa un incremento del 151% en comparación con 2018, cuando la cantidad de personas sin acceso era de 30.3 millones.
El desafío de brindar un sistema de salud eficiente y accesible para todos los ciudadanos sigue siendo una tarea pendiente en México. A pesar de las promesas gubernamentales, la realidad es que millones de personas han perdido la cobertura que anteriormente tenían con el Seguro Popular, y aún no se ha logrado alcanzar el sistema de salud que se esperaba bajo la actual administración.
En el año 2022, el número de personas sin acceso a servicios de salud alcanzó la alarmante cifra de 50.3 millones, representando el 39.1% de la población. Esta situación se debe en gran parte a la disminución del número de personas que tienen derecho al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), anteriormente conocido como Seguro Popular, que ha caído en un 68% respecto a 2018, dejando a millones de personas desprovistas de atención médica.
Los mexicanos gastan más en atención médica
El gasto en salud de los mexicanos ha experimentado un aumento del 30.9% en los últimos cuatro años, siendo el rubro con mayor crecimiento entre las erogaciones que realizan los hogares. Sin embargo, este incremento no ha sido suficiente para garantizar un acceso adecuado a los servicios de salud para todos los ciudadanos.
De acuerdo con los datos proporcionados por la ENIGH, el gasto corriente promedio trimestral en salud fue de mil 345 pesos, equivalentes a 448 pesos mensuales. En las zonas urbanas, este rubro es aún más elevado, alcanzando los 463 pesos mensuales, mientras que en las zonas rurales se sitúa en 375 pesos.
A pesar del aumento en el gasto, el rubro de salud representó solo el 3.4% del gasto total de los hogares en 2022, una cifra inferior al 4.2% registrado en 2020. Esto refleja la necesidad de seguir buscando soluciones para garantizar un acceso equitativo y suficiente a los servicios de salud para toda la población.
Por entidad federativa, se ha observado que el gasto corriente monetario promedio trimestral por hogar es más alto en la Ciudad de México, mientras que Chiapas presenta el menor gasto. Es necesario enfocar esfuerzos en aquellos estados donde el acceso a la salud es más precario y garantizar que todos los ciudadanos puedan recibir la atención médica que requieren.
IMSS-Bienestar; incertidumbre
La transición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) al IMSS-Bienestar ha generado incertidumbre y preocupación entre la población sin seguridad social. El nuevo modelo presenta obstáculos y carencias en su operación, lo que puede afectar negativamente la eficiencia y la calidad de la atención médica en las entidades federativas.
Al respecto, el ex secretario de Salud, Salomón Chertorivski opinó: “No deseo que el IMSS-Bienestar fracase: es lo peor que podría suceder a las mexicanas y los mexicanos que hoy no cuentan con cobertura pública de salud. Por desgracia, puedo afirmar con toda certeza que fracasará. A lo largo de muchas décadas, nuestro país había venido construyendo un sistema de salud con limitaciones y vicios pero también con bondades y conquistas. Y a partir del inicio de este siglo había inaugurado un mecanismo para dar cobertura de salud a todas las mujeres y todos los hombres cuyo empleo —o falta de éste— no les permite acceder a la seguridad social”.
“La promesa de un sistema de salud ni siquiera ha empezado. Es cierto que es algo que necesita ir construyéndose con mucho tiempo e inversión. Pero el problema es que no se han puesto ni los cimientos”, advierte Laura Flamand, investigadora del Colegio de México especializada en desigualdad y salud.
Sin duda, es necesario que las autoridades refuercen y detallen las funciones que deberán desempeñar las entidades estatales para asegurar una transición adecuada hacia el nuevo modelo de atención a la salud. La falta de claridad en la operación del sistema ha generado confusión y preocupación entre la población, lo que debe ser abordado de manera urgente.
El acceso a servicios de salud en México sigue siendo un desafío que requiere atención inmediata. El aumento en el gasto en salud es un primer paso, pero se necesita una estrategia integral que garantice un acceso equitativo y de calidad para todos los mexicanos. La población sin seguridad social es la más vulnerable y la que más ha tenido que gastar en salud debido al fracaso del Insabi. Es hora de buscar soluciones efectivas para asegurar el derecho a la salud de todos los ciudadanos.
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