A pesar de la alerta emitida por Cofepris sobre el uso de cigarros electrónicos, se continúa el debate sobre su regulación.
¿Por qué los prohíbe la Cofepris?
Este 19 de mayo la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una alerta sanitaria máxima por los riesgos que los cigarros electrónicos o vapeadores tienen en la salud.
❌Ningún vapeador o calentador de tabaco cuenta con autorización sanitaria, ni reconocimiento por parte de @SSalud_mx como productos de riesgo reducido o alternativo.
— COFEPRIS (@COFEPRIS) May 19, 2022
⚠️Contienen compuestos carcinógenos, sustancias tóxicas y emisiones en forma de aerosol de peligro para la salud pic.twitter.com/ErodIfd5MV
Esta no es la primera vez que las autoridades advierten sobre los peligros del dispositivo. Dentro del gobierno federal se ha discutido la prohibición de su importación, así como la revisión de distribuidores que cuentan con amparos para seguir comercializándolos.
Su popularidad se debió a la creencia de que no generaban adicción y no eran perjudiciales para la salud a comparación de un cigarrillo tradicional. Sin embargo, la evidencia presentada por el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) comprueba la presencia de acetato de vitamina E, un agente tóxico que causa enfermedades respiratorias agudas, en más de 35 muestras de personas fallecidas que utilizaban estos aparatos.
Por su parte, la American Cancer Society advierte que los efectos causados en los consumidores incluyen tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, náuseas, vómito, diarrea, cansancio, fiebre y pérdida de peso
Si bien hace unos días el Gobierno federal determinó autorizar la importación y venta de calentadores de tabaco, el presidente se pronunció contra cualquier modificación a la Ley de Control de Tabaco, que permita su uso aun cuando por decreto están prohibidos en México.
El debate llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la cual resolvió que la prohibición absoluta de los cigarros electrónicos y vapeadores representa una medida desproporcionada e inconstitucional.
Opción de suministro de nicotina
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) define a los vapeadores, cigarrillos electrónicos, vaporizadores, plumas de vaporizador, pipas electrónicas, entre otros, como un sistema de suministro de nicotina.
Estos utilizan un ‘e-liquido’ compuesto por nicotina y saborizantes que, al calentarse, crear un aerosol que inhala el usuario. Sin embargo, en lugar de ser una alternativa menos nociva para el consumo de tabaco, representa un riesgo mayor para la salud, ya que la inhalación frecuente o vapeo puede ocasionar enfermedades respiratorias agudas e incluso la muerte.
Muchos se preguntan si existe una diferencia entre cigarros electrónicos y vapeadores, pero más allá de la presentación, el color, el tamaño y el nombre con el que se les conoce, su funcionamiento y consecuencias son similares.
Intereses millonarios
Este negocio tiene tras de sí intereses millonarios que han logrado imponer mesas de negociación para que empresarios, activistas y legisladores definan un marco legal regulatorio exclusivo para su importación, venta y compra. Misma que contempla la modificación a la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, con el fin de aprobar la importación y comercialización de calentadores de tabaco.
En México se estima que hay cerca de cinco millones de usuarios ocasionales y un millón de consumidores regulares de estos productos, lo que implica una derrama económica de hasta 12 mil 748 millones de pesos anuales.
A la fecha existen cerca de 42 iniciativas debatiéndose aun sin ninguna legislación sobre el tema.
Con información de Reporte Índigo, Marca.