Investigación revela que el Programa Alcoholímetro de Ciudad de México ha sido un éxito en la reducción de accidentes vehiculares durante dos décadas
El Programa Conduce sin Alcohol, más conocido como el Alcoholímetro, celebra su vigésimo aniversario en la capital mexicana con una notable disminución del 70% en los accidentes vehiculares relacionados con el consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Esta iniciativa, puesta en marcha hace dos décadas, ha contribuido significativamente a la seguridad vial en la ciudad y a la concienciación sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol.
La alcoholemia, que mide la cantidad de alcohol presente en la sangre, se expresa en gramos por litro de sangre o en miligramos por litro de aire exhalado. Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Organización Panamericana de la Salud recomiendan límites seguros de alcoholemia para conductores, estableciendo en 0.5 gramos por litro el límite general, y en 0.2 gramos por litro para conductores jóvenes o inexpertos.
El Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México prohíbe conducir con una alcoholemia superior a 0.8 gramos por litro en sangre o a 0.4 miligramos por litro en aire espirado.
El Alcoholímetro es un instrumento esencial en esta lucha contra la conducción bajo los efectos del alcohol. Mide el nivel de alcohol en la sangre y se correlaciona con los efectos que produce en el organismo.
Luis Carlos Faudoa Mendoza, coordinador de la Clínica de Atención Integral para las Adicciones de la Facultad de Medicina de la UNAM, destaca la importancia de comprender la tasa de metabolización del alcohol en el cuerpo. Mientras una persona de 70 kilos puede demorar aproximadamente una hora en metabolizar media unidad de alcohol, los bebedores crónicos pueden hacerlo más rápido.
Además, Faudoa Mendoza señala las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la tasa de alcohol en sangre, debido a la distribución de agua en el cuerpo. Estas diferencias explican por qué las mujeres pueden tener niveles más altos de alcoholemia con la misma cantidad de alcohol consumido.
Los riesgos frente al volante
El experto advierte sobre los riesgos asociados con diferentes niveles de alcoholemia al conducir. A partir de 0.5 gramos de alcohol por litro de sangre, los conductores pueden volverse más impulsivos y desinhibidos, experimentando una disminución de sus reflejos. A partir de 0.8 gramos, se presentan dificultades para tomar decisiones, coordinar movimientos y calcular distancias, lo que aumenta significativamente los riesgos al volante.
Con niveles de alcoholemia de 1.5 gramos, los reflejos están sumamente alterados y la concentración visual se deteriora, lo que hace que conducir sea peligroso. A 2.5 gramos, el conductor está completamente ebrio, aletargado y confuso. A 3 gramos, se encuentra al borde del coma y, en algunos casos, puede llegar a ser fatal.
Importancia de cuidar el consumo
Para evitar estos riesgos, Faudoa Mendoza enfatiza la importancia de cuidar el consumo de alcohol no solo durante la temporada navideña, sino a lo largo de todo el año. Recomienda tomar decisiones responsables, como no conducir después de consumir alcohol, utilizar taxis o servicios de transporte si se ha bebido, y seguir estrategias de consumo responsable si se elige beber, como alternar entre alcohol y agua, comer mientras se bebe y conocer los límites personales de tolerancia al alcohol.
La Clínica de Atención Integral para las Adicciones de la UNAM ofrece talleres que enseñan cómo ser consumidores de alcohol más responsables y cómo evitar situaciones peligrosas al volante. En última instancia, el Alcoholímetro y la educación sobre el consumo responsable de alcohol desempeñan un papel esencial en la prevención de accidentes vehiculares relacionados con el alcohol en la Ciudad de México.