En un giro sorprendente digno de una telenovela mexicana, la Megafarmacia de Huehuetoca, promocionada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como la solución definitiva al crónico desabasto de medicamentos en México, ha demostrado ser más una maqueta a tamaño real que un establecimiento funcional. Un mes después de su pomposa inauguración, esta farmaciototota grandototota ha surtido la impresionante cantidad de 67 recetas. Sí, leyó bien, 67 de más de 15 millones pendientes.
Y no lo dijo una voz conservadora o crítica del gobierno; la información proviene del propio gobierno federal. El director general de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), Jens Pedro Lohmann Iturburu, reveló estas cifras que no solo desafían la lógica sino también la paciencia del pueblo mexicano. Según datos de Cero Desabasto, organización con un nombre que irónicamente refleja lo contrario de la realidad, el 2023 habría cerró con estimado más de 14 millones de recetas sin surtir. En 2022, 15 millones 251,891 recetas se quedaron en el limbo de la burocracia y la ineficiencia en instituciones de seguridad social.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lidera esta lista de la vergüenza con 12 millones 537,737 recetas no surtidas. Le siguen Pemex, el ISSSTE, la Secretaría de Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, todos compartiendo el pastel de la desidia.
Aunque el IMSS ha mostrado una leve mejoría desde el catastrófico 2021, con 22 millones 183,671 recetas no surtidas, todavía está lejos de la eficiencia del 2017 (96.7% de surtimiento). ¿Nostalgia de tiempos mejores?
Lohmann Iturburu, en un intento por pintar un cuadro menos desolador, informó que de 523 folios atendidos, 292 están en proceso interno, 164 ya están en el sitio donde se solicitó el medicamento y 67… bueno, esas ya llegaron a sus destinatarios. Un triunfo, ¿no?
Para añadir un toque de drama a esta tragicomedia, el funcionario mencionó 126 llamadas “mal intencionadas”, 1,252 informativas y 587 para seguimiento de peticiones. Parece ser que la Megafarmacia no solo enfrenta problemas logísticos sino también bromistas telefónicos.
El presidente inauguró este monumento a la ineficacia el pasado 29 de diciembre en Huehuetoca, Estado de México, con una inversión de 219,000 millones de pesos. Dinero bien gastado, ¿verdad?
De las 12,541 llamadas recibidas por la farmacia, más de la mitad (6,507) resultaron en nada. El 32% no proporcionó información suficiente, careciendo de receta o CURP. “Si estos datos no coinciden, no podemos verificar que la persona exista”, explicó Lohmann Iturburu, haciendo eco de la realidad de muchos mexicanos que parecen invisibles para su gobierno.
Así, la Megafarmacia, un proyecto que prometía ser la panacea de los problemas de salud de México, está demostrando ser un gigante con pies de barro. Mientras tanto, millones de mexicanos siguen esperando, receta en mano, alguna señal de esperanza.
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