Negligencia en el mantenimiento de hospitales del IMSS

Subejercicio de millones de pesos representa un peligro latente para la salud pública

El Gobierno Federal y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se enfrentan a una crisis despiadada tras la revelación de datos alarmantes sobre el mantenimiento de la infraestructura de los hospitales en el país. Según información oficial de la Secretaría de Hacienda, de un presupuesto destinado de 84 millones de pesos para el mantenimiento de hospitales en 2023, apenas se han gastado 6 mil 748 pesos en los primeros seis meses del año. Esta alarmante cifra plantea cuestionamientos sobre la capacidad del IMSS para asegurar la calidad y seguridad de sus instalaciones, y si estas prácticas irresponsables podrían conducir a futuras tragedias en la atención médica.

Posteo de Juan Ortiz en X

La negligencia gubernamental en cuanto al mantenimiento de la infraestructura hospitalaria ha llamado la atención de legisladores, en particular del Partido Acción Nacional (PAN), quienes han exigido explicaciones al respecto. La solicitud de comparecencia de Zoé Robledo, director general del IMSS, se ha convertido en un clamor para que se rinda cuentas sobre el subejercicio de casi el 90% en el mantenimiento de elevadores en la institución.

Un dato que destaca es que, en el periodo de 2019 a 2022, el IMSS asignó una partida significativa de 927 millones de pesos para el mantenimiento de elevadores en sus instalaciones. Sin embargo, apenas se han ejercido poco más de 102 millones de pesos, lo que equivale al 11% del presupuesto destinado a este rubro. El diputado del PAN, Héctor Saúl Téllez Hernández, subrayó la preocupación que esto genera, especialmente porque la empresa encargada del mantenimiento de elevadores del IMSS, Soluciones Integrales de Transportación Vertical de México (Sitravem), también presta servicios similares en instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

Este escenario plantea interrogantes cruciales: ¿Por qué se ha dejado de ejercer el recurso destinado al mantenimiento de elevadores? ¿Existen partidas específicas para esta función en todas las instalaciones del IMSS? ¿Cómo se garantizará la seguridad de los pacientes y el personal médico si la infraestructura no recibe el mantenimiento adecuado?

La negligencia en el mantenimiento de la infraestructura hospitalaria es un riesgo inaceptable que puede poner en peligro la vida de las personas. La sociedad demanda respuestas claras y acciones inmediatas para corregir esta situación antes de que ocurran tragedias irreparables. La solicitud de comparecencia de Zoé Robledo sería un primer paso en la búsqueda de respuestas y soluciones para garantizar la seguridad y calidad en la atención médica en México.

Racha fatal de accidentes

Este año, en un lapso de aproximadamente un mes, la red de clínicas y hospitales pertenecientes al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha sido escenario de una serie de incidentes relacionados con sus sistemas de elevadores, incluyendo un lamentable suceso fatal. El 11 de julio pasado, se suscitó la trágica pérdida de Aitana, una niña de tan solo seis años, en el Hospital General de Zona (HGZ) número 18 en Playa del Carmen, Quintana Roo. Este incidente arrojó luz sobre una serie de problemas que han generado preocupación en las instalaciones médicas a lo largo y ancho del país.

El problema se ha propagado a nivel nacional, suscitando inquietud tanto entre los pacientes como en el personal médico. En el Hospital General de Zona 1-A “Los Venados” de la Ciudad de México, los elevadores permanecen inoperativos desde hace más de un mes, obligando a los pacientes a enfrentar riesgos innecesarios al utilizar las escaleras del hospital.

La serie de incidentes ha afectado a diversas regiones de México. En el Hospital General de Zona 89 de Guadalajara, un elevador sufrió un colapso y un incendio, quedando tres personas atrapadas. Este incidente ocurrió apenas tres días después de que otro elevador experimentara una avería en el Hospital General de Zona 46, también en Guadalajara, donde ocho personas tuvieron que ser rescatadas.

El 9 de agosto, al menos siete personas quedaron atrapadas durante más de cuatro horas debido a un fallo en el elevador de la Clínica 7 del IMSS en Monclova, Coahuila. Equipos de Protección Civil y Bomberos de Monclova tuvieron que intervenir para rescatar a las personas atrapadas, incluyendo a una mujer en silla de ruedas.

En Baja California Sur, dos adultos se quedaron atrapados en un elevador de la Clínica No. 34 del IMSS en La Paz. Estos incidentes han dejado en claro que las fallas en los sistemas de elevadores representan una amenaza no solo para los pacientes, sino también para el personal médico, quienes se ven forzados a laborar en condiciones adversas.

Alarmantes fallas en elevadores del Hospital de La Raza

A pesar de las múltiples denuncias presentadas tanto por pacientes como por personal médico, los problemas persisten en los elevadores del Hospital de Especialidad y del Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, pertenecientes al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), desde hace un año. Actualmente, solo cuatro de los 16 elevadores existentes están en funcionamiento.

El periódico Reforma informó que estos pocos ascensores en operación se encargan de tareas críticas, como el transporte de desechos, alimentos de los pacientes y el traslado del personal de salud junto a los enfermos en camillas. En horas pico, se han documentado filas de hasta 50 usuarios esperando utilizarlos.

Los más afectados por esta problemática son los pacientes con discapacidad y las personas de la tercera edad, quienes se ven obligados a utilizar las escaleras debido a la larga espera para abordar un elevador, que puede llegar a ser de hasta 20 minutos.

El personal de salud ha señalado que la limitada disponibilidad de elevadores ha generado diversos problemas, como retrasos en las citas de los pacientes, conflictos entre trabajadores encargados de transportar instrumentos médicos y una experiencia incómoda para los familiares que cuidan a sus seres queridos enfermos.

Por ejemplo, los familiares de pacientes en el piso 9, dedicado a oncología, deben descender hasta la planta baja para acceder a un baño y enfrentan largas esperas para usar el elevador.

El transporte de desechos también se ha visto afectado por la falta de elevadores operativos. Se han observado bolsas de basura apiladas junto a elevadores originalmente destinados para el uso de camilleros y el quirófano. En algunos casos, la basura es transportada en el ascensor destinado para quirófano mediante un carrito.

Según el personal médico, los elevadores llevan más de un año fuera de servicio, y las autoridades del hospital aún no han proporcionado una respuesta adecuada a esta problemática. En las puertas de los elevadores inoperativos se observan cajas apiladas, camillas y cintas de restricción que indican “prohibido el paso” o “temporalmente fuera de servicio”.

Además de los problemas con los elevadores, se informa que las escaleras eléctricas en el área de Consulta Externa del Centro Médico Nacional de La Raza han estado descompuestas durante más de tres años, según relatos de empleados.

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