Urgente regular la publicidad digital por violaciones a la privacidad y salud de infantes
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) ha lanzado una advertencia urgente: más de 14 millones de infantes en México en situación de obesidad o desnutrición enfrentan un riesgo inminente debido a la publicidad digital que viola su privacidad y amenaza su salud. Esta alarma, respaldada por diversas organizaciones como el Instituto Nacional de Salud Pública, la Academia Nacional de Medicina y la Alianza por la Salud Alimentaria, entre otras, resuena como un grito de socorro en medio del tumulto digital en el que están inmersos los más jóvenes.
En un reciente seminario titulado “La publicidad digital: una violación al derecho a la salud, privacidad y autonomía de niñas, niños y adolescentes”, convocado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), se revelaron detalles alarmantes sobre el impacto negativo de la publicidad en línea en la salud y privacidad de los infantes.
Según representantes de Unicef, el Instituto Nacional de Salud Pública, la Academia Nacional de Medicina y la Alianza por la Salud Alimentaria, entre otros expertos, la publicidad digital de productos ultraprocesados representa una amenaza directa para la salud de los niños y adolescentes mexicanos. Más del 39% de las calorías que consumen los menores de 5 años provienen de productos ultraprocesados, lo que aumenta significativamente el riesgo de obesidad y otras enfermedades crónicas a lo largo de sus vidas.
Privacidad, inocencia y salud
El Dr. Juan Rivera, representante de la Alianza por la Salud Alimentaria, destacó la urgencia de la situación: “Las estrategias de publicidad digital que utiliza la industria de ultraprocesados para inducir su consumo en niños y adolescentes atentan contra su privacidad, inocencia y salud”.
La Unicef, junto con otras organizaciones, ha puesto en relieve cómo las prácticas publicitarias digitales son mucho más invasivas y eficientes que las tradicionales. Estas prácticas incluyen herramientas de geolocalización, publicidad encubierta en redes sociales y juegos en línea, y la personalización de anuncios basada en el comportamiento en línea de los menores.
“La influencia de la publicidad en la formación de preferencias y compras de las generaciones más jóvenes es un tema de interés para los organismos de salud pública”, afirmó el Instituto Nacional de Salud Pública. “Las estrategias de marketing influyen en el consumo de productos ultraprocesados malsanos desde una edad temprana”.
La Unicef ha instado a una regulación inmediata de la publicidad en espacios digitales como medida crucial para proteger la salud y privacidad de los infantes. “Es imperativo actuar ahora para frenar estas prácticas publicitarias dañinas”, advirtió la Unicef en un comunicado.
La alarma está sonando, y la necesidad de acción es imperativa. Si no se actúa pronto para proteger a los más vulnerables de nuestra sociedad de esta avalancha publicitaria digital, millones de infantes continuarán en riesgo de salud y privacidad en un mundo digital despiadado.
Estrategias digitales “invasivas”
La influencia de la publicidad en la formación de preferencias y compras de las generaciones más jóvenes es un tema de interés para los organismos de salud pública, ya que se ha demostrado que las estrategias de marketing influyen en el consumo de productos ultraprocesados malsanos.
Además, expertas y expertos destacaron nuevas problemáticas que han sido observadas en la publicidad digital, entre las que se encuentran la privacidad de niñas, niños y adolescentes, y el uso que se le da a los datos recopilados por plataformas como las redes sociales.
El Maestro Jeff Chester y la Dra. Kathryn Montgomery, directivos del Center for Digital Democracy en Estados Unidos, destacaron que las tácticas de marketing que se dirigen a la infancia actualmente son mucho más invasivas y eficientes que las estrategias tradicionales que se observan en medios como el cine, radio o la televisión. En cambio, estas pueden incluir herramientas de geolocalización a través de celulares y apps, dominio de publicidad en redes sociales y plataformas digitales visitadas por los jóvenes, publicidad insertada en juegos online y streamings, y publicidad disfrazada de recomendaciones a través de influencers, entre otros.
De acuerdo con el Center for Digital Democracy, las plataformas digitales permiten que los anuncios que llegan a niñas, niños y adolescentes sean “personalizados” de acuerdo con sus comportamientos y características observadas en línea, haciéndolos aún más eficientes para posicionar productos que pueden dañar su salud, e incentivar conductas de riesgo.
Daños a los derechos de la infancia
Al respecto, Cecilia de Bustos, representante de UNICEF México, resaltó que estas prácticas dañan varios derechos de las infancias y jóvenes. El derecho a la salud, alimentación saludable, pero también a la privacidad y el sano desarrollo, son algunos de los que se encuentran en riesgo, de no regular a estas industrias y plataformas digitales.
Alejandro Calvillo, representante de la Alianza por la Salud Alimentaria, agregó que México tiene la necesidad de fortalecer los mecanismos que actualmente se tienen en materia de regulación digital. “Los pequeños pasos que se habían dado para regular la publicidad de productos no saludables en los medios tradicionales como la TV, radio y espacios públicos, se vinieron abajo con el ‘oeste salvaje’ en que se han convertido las redes para la publicidad.
Las grandes corporaciones que se habían comprometido con códigos de ética publicitarios se desnudan ahora con sus prácticas predatorias, utilizando información personalizada de niñas, niños y adolescentes y estrategias altamente persuasivas, violatorias de derechos básicos de la infancia a su salud, a su protección contra la manipulación y el engaño, y a la información adecuada a su desarrollo”, resaltó.
Finalmente, el Dr. Simón Barquera, Presidente electo de la World Obesity Federation, enfatizó que la regulación de la publicidad en espacios digitales debe ser parte importante de la política para la protección de la salud y la nutrición poblacional, especialmente entre las infancias. “Una de las formas menos éticas de promover productos malsanos es dirigir las estrategias de publicidad a las niñas y niños”, concluyó.
