El espectro de la violencia se cierne sobre México, epicentro del mundo en homicidios
En un mundo cada vez más convulsionado por la violencia, México emerge, por séptimo año consecutivo, como el epicentro de este fenómeno devastador, albergando 16 de las 50 ciudades más violentas del planeta según el Ranking 2023 del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. Este informe no solo pone de manifiesto la persistencia de la violencia en el territorio mexicano, sino que también subraya la intensificación de esta, con la ciudad de Colima liderando el sombrío listado como la más violenta a nivel global.
El estudio revela una realidad que sobrepasa los límites de lo imaginable: Colima registra una tasa de 181.94 homicidios por cada 100 mil habitantes, seguida de cerca por Ciudad Obregón y Zamora, con cifras que exceden el centenar de asesinatos por cada 100 mil personas. Estos números, desoladores en su magnitud, reflejan una crisis de seguridad que se extiende por el país, afectando desde las costas de Manzanillo hasta las fronteras de Tijuana y Juárez, y desde el norte industrial de Monterrey hasta el turístico Cancún, en una espiral de violencia que parece no conocer fin.
Raíces profundas y consecuencias desgarradoras
El informe del Consejo Ciudadano no solo cuantifica la violencia, sino que también invita a una reflexión crítica sobre sus causas y consecuencias. La política de “abrazos, no balazos”, implementada como una estrategia de pacificación, es señalada como un fracaso ante la cruda realidad de las estadísticas. Este enfoque, basado en la premisa de combatir la violencia con gestos de paz en lugar de confrontación, ha sido insuficiente para contener la ola de delitos que azota al país.
La inclusión de ciudades como Manzanillo en este ranking, y la salida de otras como Ensenada y San Luis Potosí, evidencian la naturaleza cambiante y la expansión de la violencia en México. Este fenómeno no solo destruye vidas y comunidades, sino que también erosiona la estructura social, económica y política del país, dejando cicatrices profundas en el tejido de la sociedad mexicana.
Un problema global, una lucha compartida
Aunque México ocupa una posición destacada en este desafortunado ranking, la violencia urbana es un desafío global, con ciudades de Brasil, Colombia, Estados Unidos, Sudáfrica, y más, reflejando niveles similares de inseguridad. Esto subraya la necesidad de un enfoque colaborativo y multifacético para abordar las causas subyacentes de la violencia, que incluyen la desigualdad, el acceso limitado a oportunidades económicas, la corrupción, y el tráfico de drogas y armas.
Hacia un futuro de paz
La solución a esta crisis de seguridad es compleja y requiere la cooperación de todos los sectores de la sociedad: gobierno, iniciativa privada, organizaciones civiles y la comunidad internacional. Se necesitan políticas públicas integrales que vayan más allá de la seguridad, abordando las causas raíz de la violencia a través de la educación, el desarrollo económico, la inclusión social y la justicia.
La tecnología y la innovación también juegan un papel crucial, ofreciendo nuevas herramientas para la prevención del crimen, la vigilancia y la administración de justicia. Sin embargo, la tecnología debe ser implementada de manera ética y respetuosa de los derechos humanos, evitando la creación de estados vigilantes que socaven la libertad y la privacidad.
El informe del Consejo Ciudadano es un llamado a la acción, un recordatorio de que la violencia en México y en el mundo es un problema que nos afecta a todos. Solo a través del esfuerzo conjunto, la solidaridad y el compromiso inquebrantable con la paz, podremos esperar revertir esta tendencia y construir un futuro donde las ciudades mexicanas sean conocidas por su riqueza cultural, su vibrante comunidad y su prometedor futuro, no por sus tasas de homicidio. La lucha contra la violencia es larga y desafiante, pero es una lucha que no podemos permitirnos perder.