#EnLosMedios: El Cártel Jalisco Nueva Generación invade Centro Histórico en CDMX

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) opera y ya está en las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, publicó este lunes el periodista Héctor de Mauleón en su columna en El Universal, quien en los últimos años ha dado a conocer la operación de grupos criminales del narcotráfico.

Es el mismo grupo que el pasado 26 de junio atentó contra el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch y de varios de sus escoltas, en las calles Monteblanco y Sierra Nevada, colonia Lomas de Chapultepec.

De Mauleón publicó versiones de los vecinos que están siendo extorsionados con el famoso “derecho de piso” en las calles de Manuel Doblado y Peña y Peña, muy cerca de la Ferrocarril de Cintura que colinda con las colonias Morelos y Tepito.

Supuestamente, la cuota para negocios establecidos es de cinco mil pesos por cada metro linea, además de un “derecho de piso” de mil pesos a la semana y otra “aportación” de diez mil para que el grupo criminal impida que se coloquen puestos ambulantes delante de los establecimientos.

Las colonias entes mencionadas prácticamente se vive de noche y las entradas de los inmuebles y negocios casi ni se ven porque sobre la calle y banquetas desde hace más de 20 años comenzaron a llenarse de estructuras metálicas de comerciantes ambulantes.

“Ya compramos la calle”, les dijeron a los comerciantes de Manuel Doblado, Circunvalación y Peña y Peña, dio a conocer el comunicador en su texto de este lunes.

“Van a comenzar a pagar a partir de ya”, informaron.

Un comerciante que vendía maniquíes, cerró su tienda. “Ahí se ven. Yo no puedo con esto”, se despidió.

El periodista escribió que “El Ronco, el hombre que cobró durante más de una década el “derecho de piso” en Manuel Doblado.

“El 24 de ese mes lo asesinaron en la lonchería “Lolis”, en Platino y Congreso de la Unión, delegación Venustiano Carranza.

“Cuentan que El Ronco cobraba cuotas de hasta 1,600 pesos semanales a los ambulantes. Para los negocios establecidos la tarifa era de hasta dos mil pesos. Quienes se negaban a pagar amanecían con los fierros de un puesto ambulante delante de su establecimiento. Eran acosados, amenazados, golpeados.

“Los comerciantes denunciaron que el problema creció durante la gestión del entonces delegado Ricardo Monreal: fueron los años dorados de la Unión Tepito, los años en que el delegado les dijo que no podía hacer nada al respecto, porque se trataba de crimen organizado, un delito federal”, puntualizó en su columna.