Hacia espacios libres de violencia: desafíos y soluciones para la educación superior
En un contexto donde la igualdad de género se ha convertido en un tema central de debate y acción, los resultados de dos estudios recientes alertan sobre una problemática persistente y compleja: la violencia de género en el ámbito universitario. Unión Mujer, una organización no gubernamental pionera en la lucha por el feminismo integral, reveló datos alarmantes sobre la prevalencia de este tipo de violencia en instituciones de educación superior (IES) de siete estados de México.
El Diagnóstico Integral de Violencia por Razón de Género en Educación Superior (DIVIGE), muestra que, sorprendentemente, 5 de cada 10 estudiantes han sido testigos de actos de violencia. Aún más preocupante es que el 88.4% de las víctimas opta por no denunciar estos incidentes ante las autoridades de sus respectivas universidades. Solo un pequeño 11.6% se atreve a hacerlo, y aproximadamente un tercio enfrenta directamente a su agresor.
Paulina Amozurrutia, fundadora y directora general de Unión Mujer, subraya la necesidad de entender la violencia de género como un reflejo de desequilibrios de poder, que a menudo se ensañan con los más vulnerables. Los estudios, en colaboración con Áltica, buscan no solo diagnosticar, sino también proponer soluciones para combatir este flagelo.
Violencia contra todos
Un hallazgo crucial del estudio es que, aunque las mujeres son las víctimas predominantes, 4 de cada 10 hombres también han sufrido violencia de género. Este dato rompe con el estereotipo de que solo las mujeres son afectadas, aunque culturalmente los hombres tienden a reportar menos estos incidentes.
La investigación revela que las generaciones más jóvenes, especialmente los milennials y la Generación Z, son particularmente susceptibles a la violencia digital. Este tipo de agresión, que incluye desde insinuaciones sexuales no deseadas hasta la distribución de imágenes íntimas sin consentimiento, representa un nuevo frente en la lucha contra la violencia de género.
La Cultura de la No Denuncia
El estudio muestra una alarmante “cultura de la no denuncia” entre las víctimas de violencia en universidades. Esta tendencia se ve exacerbada por la falta de confianza en los protocolos existentes para manejar estos casos, con un 53.3% de los encuestados declarando no saber siquiera si su universidad tiene un protocolo para enfrentar la violencia de género.
A pesar de estos datos, un 84.7% de los estudiantes se siente seguro dentro de las instalaciones universitarias. Esta percepción cambia drásticamente fuera del campus, donde solo un 24.1% se siente seguro en espacios públicos.
Buscando Soluciones
Unión Mujer y Áltica no solo buscan diagnosticar, sino cambiar la realidad de la violencia de género en las universidades. Con los datos recolectados, apuntan a diseñar mejores prácticas y políticas que aseguren un entorno educativo libre de violencia para todos.
El estudio también toca el tema del feminismo, encontrando que 1 de cada 2 mujeres está de acuerdo en que el movimiento actual empodera a las mujeres. Este apoyo varía por edad, siendo las más jóvenes y las mayores de 60 años las que más se identifican con esta afirmación.
Los hallazgos presentados por Unión Mujer son un llamado de atención sobre la urgente necesidad de abordar la violencia de género en las IES. Frente a un escenario donde la mayoría de las víctimas opta por el silencio, es crucial fomentar una cultura de denuncia y confianza en las instituciones encargadas de proteger a los estudiantes. Solo así podremos esperar construir espacios educativos seguros, inclusivos y libres de violencia para las futuras generaciones.