En México, un país con más de 100 personas desaparecidas, madres buscadoras reclaman abandono y se preguntan: ¿Un capricho más del mandatario?
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha desatado una controversia al enviar una misión a Panamá con el objetivo de recuperar los restos del general Catarino Erasmo Garza Rodríguez, quien falleció hace casi 130 años. La movilización de recursos considerables, incluyendo un buque de la Marina Armada de México y más de 80 elementos de las fuerzas armadas, así como personal especializado de la Comisión Nacional de Búsqueda, ha generado preguntas sobre si esta acción responde a un capricho personal del mandatario.
Mientras tanto, en México, las madres buscadoras, quienes han estado luchando por encontrar a sus familiares desaparecidos en los últimos años, se sienten abandonadas por las autoridades. Con más de 100,000 personas desaparecidas en el país, estas mujeres se enfrentan a una situación de completo desamparo por parte del gobierno.
Buque Huasteco
Prioridades cuestionadas y un libro en la ecuación
El envío de una expedición tan costosa y numerosa para recuperar los restos de un general fallecido hace más de un siglo ha generado indignación entre las madres buscadoras. Ceci Flores, del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, expresó su confusión y decepción ante la priorización de recursos en un caso tan antiguo mientras las familias afectadas por desapariciones contemporáneas carecen de apoyo y recursos para llevar a cabo sus propias búsquedas. Vale destacar que el presidente López Obrador escribió un libro sobre el mencionado general en 2014, lo que añade un matiz controvertido a esta situación, lo que lleva a preguntarse si se trata de “un capricho” más del presidente.
Llamados a la reevaluación de prioridades
Edith González, del colectivo Amor por los desaparecidos en Tamaulipas, calificó la misión como una burla para todas las familias afectadas por desapariciones en México. Señaló que las madres buscadoras a menudo tienen que costear sus propias búsquedas debido a la falta de apoyo financiero del gobierno.
En lugar de destinar recursos considerables a una búsqueda histórica en el extranjero, las madres buscadoras exigen que el gobierno canalice esos recursos hacia la búsqueda de personas desaparecidas en México. Argumentan que la falta de presupuesto es una de las principales barreras para sus esfuerzos de búsqueda y que el gobierno debería priorizar el apoyo a las familias afectadas por desapariciones recientes en el país.
Crisis de desapariciones en México
La decisión del presidente López Obrador de enfocar recursos significativos en una búsqueda histórica en lugar de apoyar a las madres buscadoras ha generado críticas y llamados a una reevaluación de las prioridades del gobierno en materia de desapariciones y derechos humanos. En un país donde miles de familias continúan esperando respuestas sobre el paradero de sus seres queridos, la asignación de recursos debe ser cuidadosamente considerada y orientada hacia aquellos que más lo necesitan.
Determinación y valentía
Por su parte, las madres buscadoras están dispuestas a continuar con sus esfuerzos, a pesar de las dificultades y la falta de apoyo del gobierno. Han descubierto panteones clandestinos, fosas con decenas de cuerpos y crematorios no oficiales en su incansable búsqueda de justicia y verdad para sus seres queridos desaparecidos. Su determinación y valentía son un testimonio de la fuerza y la resistencia de quienes luchan contra la injusticia en México.
En un país donde la violencia y la impunidad siguen siendo desafíos significativos, es fundamental que el gobierno escuche las demandas de las madres buscadoras y tome medidas concretas para abordar la crisis de desapariciones en México. El respeto por los derechos humanos y la justicia para las víctimas deben ser las prioridades fundamentales de cualquier gobierno comprometido con el bienestar de su pueblo.
A medida que la sociedad mexicana continúa enfrentando la dolorosa realidad de las desapariciones forzadas, es imperativo que se establezcan políticas y programas efectivos para abordar este problema de manera integral. Las madres buscadoras han demostrado una valentía extraordinaria en su lucha por la verdad y la justicia, y es responsabilidad del gobierno apoyarlas en este camino. Con un enfoque renovado en las necesidades de las víctimas y un compromiso claro con los derechos humanos, México puede avanzar hacia un futuro más justo y seguro para todos sus ciudadanos.