¿Por qué la Guardia Nacional no debería ser militar o, más bien, por qué no debería de existir?

En este detallado hilo de Twitter, la cuenta Gatitos contra la Desigualdad comparte una explicación de por qué la GN no debería tener mando militar y, de hecho, no debería existir en lo absoluto

La GN no debería existir

Uno de los temas prioritarios de la agenda nacional tiene que ver con la aprobación en el Senado de una reforma que permita a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tener el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional. Sin embargo, esta medida que perpetúa la política de militarización de las labores de seguridad pública tiene severas repercusiones para los derechos humanos de la ciudadanía, entre otras.

Gatitos contra la Desigualdad es una cuenta de Twitter dedicada al análisis social con el elemento de sentido del humor que aportan sus comunicadores felinos, y en México han sostenido una postura crítica sobre la estrategia de seguridad pública que prioriza labores militares impulsada por esta y otras administraciones federales.

Respecto a la Guardia Nacional, coincide con organizaciones de la sociedad civil, activistas y especialistas que su militarización es permitir un uso indiscriminado de la fuerza pública y violaciones a los derechos humanos. Desde su postura incluso advierten que el propio cuerpo de seguridad no tiene razón de existir.

5 poderosas razones

1.- Militarización no resulta en más seguridad. Los índices de homicidios dolosos desde la declaración de guerra al narcotráfico hecha por Felipe Calderón en 2006 se dispararon en todo el país. De 2007 a 2008 se registró un alza de 61 %. El año en que inició el actual gobierno de AMLO se reportaban al menos 100 asesinatos al día, el 70 % con arma de fuego.

“Oponerse a la militarización de la seguridad pública no es nuevo. Las propuestas de Ley de Seguridad Nacional de Calderón (https://cmdpdh.org/2012/05/ley-de-seguridad-nacional/…) y de Peña Nieto (https://scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-91932019000100277…) justo buscaban militarizar el país de manera inconstitucional. Y nos opusimos claramente”.

2.- Los militares matan. En este punto hay concordancias con diversos análisis respecto a que la falta de formación del Ejército en tareas de seguridad pública, porque en principio esa no es su función, genera saldos mortales elevados. Debido a que su entrenamiento consiste en el uso de la fuerza letal, sus acciones provocan la muerte de civiles que estaban en zonas de enfrentamientos en mayor proporción a las personas detenidas o militares muertos en combate.

3.- Excesivo uso de la fuerza. Aquí @GatitosVsDesig comparte que 8 de 10 personas detenidas por el Ejército o la Marina fueron víctimas de algún tipo de violencia entre su arresto y su presentación ante el Ministerio Público, es decir, que hay repetidas denuncias de acciones arbitrarias, abusos y excesivo uso de la fuerza por parte de miembros de las Fuerzas Armadas.

4.- Los militares violan y violentan más a las mujeres. Datos de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad hasta 2016 indican que el 40 % de las mujeres detenidas por elementos de la Marina fueron violadas, mientras que de las detenidas por el Ejército, el 21 % también fueron víctimas de abuso sexual.

5.- No respetan los Derechos Humanos. Pese a que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó que las Fuerzas Armadas tuvieran de manera obligatoria formación en DDHH por las persistentes denuncias en su contra, los abusos continúan.

Tan solo de enero del 2019 a junio del 2021 se contabilizaron un total de mil 63 quejas. De acuerdo con datos de la propia Comisión Nacional de Derechos Humano, la Guardia Nacional ha sido señalada por seis asesinatos, 13 casos de tortura, tres desapariciones forzadas, 69 quejas por trato cruel, inhumano o degradante, hasta 40 casos de detenciones arbitrarias.

“A pesar de ello, el Ejército sigue abusando de su fuerza y violando los derechos de las personas”.

La militarización aumenta las arbitrariedades

En suma, la creación de la Guardia Nacional supuso la operación de un nuevo “grupo de choque” gubernamental que se ha encargado de reprimir, violentar y actuar con arbitrariedad contra la población civil como ya lo venían haciendo la Sedena y la Marina. Su incorporación formal a la estructura castrense institucionaliza su libertad de no rendir cuentas ni responder a las denuncias por abusos y crímenes.

“Exigimos que las Fuerzas Armadas regresen a sus cuarteles, como se aprobó en 2019. Exigimos el fortalecimiento inmediato y con amplio presupuesto de las capacidades de la fuerza civil en seguridad pública”.