Pese a las críticas sobre la militarización, la corrupción y la falta de recursos en las policías locales hace que el regreso de los soldados a los cuarteles sea muy complejo.
La militarización no es el camino
A pesar de las críticas a nivel nacional e internacional sobre la militarización del país, los altos niveles de corrupción en las policías locales, así como su falta de recursos y equipo para garantizar la seguridad de los ciudadanos, hacen que la decisión de regresar a los soldados a los cuarteles sea más compleja de lo que parece.
Además de que existe una elevada falta de confianza en las policías estatales y municipales, los militares cuentan con amplia aprobación entre la gente, sin embargo especialistas y organizaciones que dejarlos en las calles, cumpliendo labores de seguridad pública, no es el camino para combatir la violencia en el país. Organismos nacionales e internacionales, como el Comité contra las Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, advierten que el país se enfrenta al riesgo de que aumenten las violaciones a los derechos humanos de la población y que permanezcan impunes debido a la opacidad en el sistema de justicia militar del país.
“La iniciativa presidencial para transferir la Guardia Nacional a Sedna propone otorgar fuero militar a sus integrantes. El fuero castrense ha permitido dejar en la impunidad violaciones de derechos humanos cometidas por los soldados y, ahora, podría permitirlo para la corporación de seguridad pública más importante del país”.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Pero ¿qué pasaría sin los militares en las calles?
En entrevista con Reporte Índigo, Manuel Balcázar especialista en seguridad nacional señaló que el país aún no está listo para que las Fuerzas Armadas se retiren de las tareas de seguridad pública, ya que “no tenemos policías locales consolidadas, confiables, equipadas, entrenadas, respetuosas de los Derechos Humanos y que atienden las causas de la ciudadanía”.
Además, señala que la solicitud de apoyo a las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad interior no es algo nuevo, pues cuando Cuauhtémoc Cárdenas fue jefe de Gobierno de la capital, desapareció a la policía de Iztapalapa y solicitó apoyo de la policía militar, además de que Ernesto Zedillo creó la Policía Federal Preventiva con personal de la Armada de México.
“No es que antes los militares no estuvieran involucrados, es que no se han ido. El presidente Calderón los incorpora a la estrategia nacional de seguridad y es cuando se llega a pensar que salió el Ejército de los cuarteles pero ya años antes habían salido.
Si los regresan, ¿qué van a estar haciendo en los cuarteles? Nada, en términos de doctrina y entrenamiento militar, quizá podría tener una parte de labor social para la integración de información estratégica nacional en zonas de difícil acceso”, señaló Balcázar.
Con información de Reporte Índigo
