Sergio Sarmiento desmenuza las versiones periodísticas sobre los vínculos del Cártel de Sinaloa que sacuden la presidencia de López Obrador
La sombra de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2006 ha cobrado protagonismo, con acusaciones de posibles vínculos con el Cártel de Sinaloa. Tres respetados periodistas, Anabel Hernández, Tim Golden y Steven Dudley, han coincidido en rescatar una investigación de la DEA llevada a cabo entre 2010 y 2011, sugiriendo que la campaña del actual presidente de México recibió aportaciones millonarias de la mencionada organización criminal.
La columna “Jaque Mate” de Sergio Sarmiento, publicada en el periódico Reforma, destaca la gravedad de estas acusaciones que han salido a la luz pública simultáneamente. Sarmiento pone de manifiesto el impacto potencial que esto podría tener en la administración de López Obrador y en su imagen pública, al tiempo que cuestiona la conveniencia de la filtración deliberada por parte de la DEA en un momento crucial.
Sarmiento destaca que en su artículo titulado “El Cartel de Sinaloa financió la campaña de AMLO en 2006,” Anabel Hernández revela detalles de una investigación “hasta ahora secreta” de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y de la DEA. Según la periodista, la pesquisa habría obtenido pruebas sólidas de que el Cártel de Sinaloa habría financiado la campaña con una suma estimada entre 2 y 4 millones de dólares, entregados por Arturo Beltrán Leyva a miembros del equipo de López Obrador.
También habla de Tim Golden, ex corresponsal del New York Times, profundiza en el tema con su reportaje en ProPublica, titulado “Did Drug Traffickers Funnel Millions of Dollars to Mexican President López Obrador’s First Campaign?” Golden señala que el dinero se habría entregado a cambio de promesas de protección y el derecho a influir en el nombramiento del procurador general, en caso de que López Obrador ganara las elecciones.
Y hace referencias a Steven Dudley que, por su parte, aporta otra perspectiva en “Operación Polanco: cómo la DEA investigó la campaña presidencial de AMLO de 2006,” publicado en Insight Crime. La simultaneidad de estas revelaciones no es casualidad y sugiere que la DEA ha filtrado deliberadamente esta información sensible.
Las acusaciones, sin embargo, han sido rechazadas de manera vehemente por el presidente López Obrador y su equipo. En una reciente conferencia matutina, el mandatario calificó las acusaciones como “modo calumnia.” Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, cuestiona la intención detrás de la publicación simultánea de los medios, sugiriendo que es una suerte de “campaña de la DEA vs el presidente López Obrador.”
La falta de pruebas directas que incriminen al presidente es evidente, pero el hecho de que Nicolás Mollinedo, el exchofer de López Obrador, haya sido mencionado como receptor de fondos del narcotráfico plantea serias interrogantes. Aunque no hay evidencia concreta de que López Obrador estuviera al tanto de estas supuestas contribuciones, la pregunta sobre si su estrecho colaborador habría compartido dicha información persiste.
La fuente de esta revelación proviene de un testigo colaborador, un ex operador del Cártel de Sinaloa detenido en 2010, quien proporcionó detalles sobre los donativos en efectivo. La DEA, sin embargo, tiene un historial complejo con el presidente mexicano, agravado por la liberación del general Salvador Cienfuegos, acusado de narcotráfico por la agencia estadounidense.
En medio de estas acusaciones, la presidencia denuncia la construcción de la narrativa basada en testimonios de testigos colaboradores, recordando casos previos como los del general Cienfuegos y Genaro García Luna. La filtración de esta información en un momento crucial sugiere una posible motivación de venganza por parte de la DEA.
El caso está lejos de resolverse, pero las implicaciones potenciales podrían tener consecuencias significativas para la administración de López Obrador y su imagen pública. Mientras las acusaciones vuelan, la verdad detrás de la sombra en la campaña presidencial de 2006 se encuentra envuelta en incertidumbre.
Leer a Sergio Sarmiento en Reforma: “Sombra sobre la campaña”.