El gobierno decidió no abrir las compuertas del poniente de Villahermosa, pues se hubiese inundado Jalpan, Nacajuca, Comalcalco y Paraíso, los terrenos de la refinería
Por @JorgedeLuna
El pasado lunes 5 de octubre en Tabasco la vida transcurría con normalidad, bueno en la “nueva normalidad” ocasionada por la pandemia del coronavirus, pero que sorprendentemente le hizo lo que “al viento a Juárez” al estado, pues registró el mayor crecimiento del país con todo y cuarentena.
Manufactura, construcción, minería, servicios y comercio potencializaron la economía de la entidad petrolera durante el primer trimestre del año y es que representa el 82.2% del Producto Interno Bruto local, sin embargo, esta bonanza fue dinamitada por el llamado “error de cálculo” o “una decisión política” para no ahogar la obra cumbre del sexenio morenista: la refinería de Dos Bocas.
Las inundaciones de Tabasco comenzaron a ser relevantes y estar en las primeras planas de los diarios locales y nacionales, pues las lluvias intensas comenzaron a dejar estragos a partir del 30 de octubre.
La versión oficial de Protección Civil del gobierno federal es que desborde de los río se debieron a las “lluvias atípicas” que no se “veían desde hace 50 años”.
“Las lluvias provocadas por el frente frío nueve, afectaron a poco más de 77 mil personas de ocho municipios de Tabasco y también se registró un deceso”, reportaba Protección Civil.
Sin embargo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el 5 de octubre reportaba que “la presa Peñitas se mantiene en valores cercanas al mínimo“.
La empresa productiva del estado, aseguró que el sistema de presas de la cuenca del río Grijalva se encuentra en niveles de operación adecuados, la Presa Peñitas continúa con la aplicación del protocolo para alertas por las condiciones meteorológicas ocasionadas por los remanentes del Frente Frío 5, así como por la presencia del fenómeno de La Niña y por la tormenta tropical Gamma, cuya trayectoria aún es incierta.
La tragedia del sureste
Un día después que la CFE declarara que la presa Peñitas tenía niveles por debajo, el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, salió el martes 6 de octubre a decir que interpondría una demanda contra la CFE por el mal manejo de la presa Peñitas, acción que mantiene inundada miles de familias tabasqueñas.
Manuel Bartlett, director de la CFE, ante este anuncio, se burló del gobernador.
Después el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que es “normal” que en su equipo hay diferencias y son libres de opinar, refiriéndose a Bartlett, y reconoció que fue un error de cálculo, sin embargo, en su viaje de fin de semana, terminó confesando, durante un sobrevuelo, que durante el paso del ciclón Eta su gobierno optó por gestionar una presa para “inundar” zonas indígenas del suroriental estado de Tabasco a fin de evitar mayores afectaciones en Villahermosa, capital de la región.