Autor: Carlos Puig
En uno de sus últimos actos de gobierno, Enrique Peña Nieto le otorgó la condecoración más alta que México da a un extranjero, el Águila Azteca, a Jared Kushner, el yerno y asesor del presidente Donald Trump.
La decisión fue impugnada en tribunales por el Centro contra la Discriminación, el Cecodi.
La cancillería del gobierno actual defendió la decisión de Peña Nieto en tribunales, argumentando entre otras cosas que “La condecoración (…) aquí reclamada tuvo como propósito el otorgar un reconocimiento al señor Jared Kushner por sus contribuciones a la Nación Mexicana, las cuales han facilitado el diálogo permanente con el Gobierno de los Estados Unidos (…) principalmente para la modernización del TLCAN, que resultó en el T-MEC”.
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Tras meses de litigio, el mes pasado un juez declaró constitucional la entrega de la condecoración y el Cecodi anunció que comenzará procesos de revisión que lleven la decisión hasta la Suprema Corte.
Pues bien. El condecorado es el nuevo constructor del muro fronterizo, el que su suegro utilizó para llegar a la Casa Blanca y con el que arrancó la andanada antimigración mexicana.
Un reportaje de The Washington Post detalla que harto de ver pocos avances en su muro, Trump le ha encomendado a su yerno que se encargue y se apure.
Mark Morgan, comisionado interino de la Patrulla Fronteriza, le dijo a The Washington Post que Kushner había acelerado las decisiones sobre adquisiciones de tierras y cuestiones de construcción y que era clave “para reunir a todos en la misma sala. No necesita conocer las complejidades del muro. Él entiende cosas de construcción. Él entiende los plazos “.
En marzo pasado, Kushner se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador en casa de Bernardo Gómez, de Televisa. Hoy sabemos que ahí advirtió de que o se hacía algo con la migración o su suegro lanzaría la amenaza de los aranceles.
Y vaya que se ha hecho, basta ver las tragedias humanitarias que suceden en nuestras dos fronteras.
Ahora, nuestro condecorado, es el jefe constructor del muro. Y por cierto, según The Washington Post, quiere ponerle cámaras que transmitan en vivo los avances. Todo sea por la campaña.
