Autor: Martha Anaya
Perdón Presidente, pero ¿de dónde saldrán los recursos?
La reportera del Grupo Expansión, Lydia Arista, insistía una vez más en su pregunta inicial: ¿De dónde, de qué secretaría específicamente saldrán los recursos para el Banco del Bienestar? ¿Están ya etiquetados?
Andrés Manuel López Obrador le daba vueltas y vueltas al tema sin responder lo que realmente se le inquiría.
Salió con la historia de los tecnócratas que quisieran que desapareciera el Estado, del Fobaproa, de la falta de internet, de la “preponderancia”…
La periodista no abandonó el intento. Volvió a preguntar en cuanto hizo una pausa el Presidente: ¿De dónde sale el dinero?
López Obrador pareció entrar ahora sí al tema, aunque fuera por la periferia: “Son 10 mil millones de pesos para los dos años; cinco mil que ya tenemos para este año y cinco mil para el próximo. Una vez que estén funcionando las dos mil 700 (sucursales), el gasto de operación anual va a ser de seis mil millones de pesos…
-¿De dónde salió el dinero?-, volvió a plantear la reportera.
-Son ahorros… Es la Secretaría de Hacienda, respondió finalmente el Presidente.
– ¿Ya están etiquetados para este año?
-Ya está. Se los transfirió al Banco del Bienestar y el Banco del Bienestar, esos cinco mil millones, mediante un convenio, se los va a entregar a la Secretaría de la Defensa porque ingenieros militares van a construir (las sucursales). Ya están construyendo.
Hasta aquí dejamos el diálogo entre la periodista y el Presidente para contarles otra historia –los “otros datos”- sobre la procedencia de esos recursos para el Banco del Bienestar. La que corre por los pasillos de Hacienda.
Resulta que, a la vuelta de las vacaciones, el Presidente –con el secretario de la Defensa a su lado- efectivamente le planteó al secretario de Hacienda la necesidad de transferirle 10 mil millones de pesos (inicialmente eran 30 mil millones los que pedía) a la Sedena para la construcción de las sucursales del Banco de Bienestar.
Arturo Herrera dijo que no se podía, que no había recursos para ello, que no estaba etiquetado en el presupuesto…Todas las consideraciones técnicas.
AMLO se volvió al secretario de la Defensa y le soltó un sarcástico “te lo dije…”
El Presidente reiteró que él no gobernaba con numeritos ni tecnicismos. Quería ese dinero a como diera lugar. Diez mil millones de pesos era la petición mínima.
El titular de Haciendano hallaba la solución.
Entró al quite Zoé Robledo, director del Seguro Social. Puso sobre la mesa una solución inesperada: “Yo tengo dinero de las pensiones. Se los puedo prestar…”
De ahí, de las pensiones del IMSSS –según esta versión- provendrían los recursos para el Banco del Bienestar.
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GEMAS: Obsequio de José Ángel Gurría: “México es el país de la OCDE donde el problema de la obesidad tendrá el impacto más grande en su crecimiento económico en las próximas décadas. Es hora de redoblar esfuerzos”.
POR MARTHA ANAYA
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