Autor: Luis Soto
Los agregados laborales (inspectores, según los detractores del subsecretario Jesús Seade, quien insiste en explicar lo inexplicable) que está contratando la Embajada de los Estados Unidos en México para supervisar el cumplimiento de la Reforma Laboral en nuestro país, ya tienen su primera encomienda: Vigilar las actividades de la ex maestra de la maldad y la perversidad, Elba Esther Gordillo, quien ya anunció que el próximo año va a regresar. No, no lo que todos nos imaginamos, porque como dice el dicho, “lo caído, caído”. Va a regresar por lo que se le olvidó.
Eso y más dio a entender la señora en su mensaje navideño a los maestros de México, afiliados al SNTE y a la CNTE, a quienes les dijo: “El próximo año deben estar listos para enfrentar con éxito los grandes cambios que requiere nuestro sistema educativo y nuestra organización sindical…no tengan duda, mi lugar es y será siempre al lado de los maestros y maestras de México”.
Para ayudarles a hacer su trabajo a los susodichos agregados laborales, el columnista les recomienda leer y analizar varios de sus discursos y declaraciones de la profesora Gordilllo, sobre todo aquellos en donde muestra su espíritu guerrillero, perdón guerrero, y profiere amenazas – unas veladas, otras directas– a los presidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, quienes pretendieron doblegarla con la Reforma Educativa, aprobada en la administración pasada.
Ahí les va una pequeña contribución: El 6 de febrero del 2013, Elbita festejó uno de sus tantos cumpleaños y dijo en un evento sindical: “Ni amenazas ni nada me van a intimidar. Para morir nací, quiero morir con un epitafio: Aquí yace una guerrera y como guerrera murió”. Veinte días después la encarcelaron y se desplomó estrepitosamente el cacicazgo de la hasta ese día presidenta vitalicia del gremio al que manejó con mano de hierro durante 24 años. No cayó como una guerrera sino como la presunta culpable de robar las cuotas de los maestros del SNTE, “sus compañeros”, “su familia”.
El 8 de agosto de 2018 – un mes y días después de que Andrés Manuel López Obrador ganara las elecciones presidenciales— Elba Esther fue liberada al no comprobársele los delitos que le habían fabricado: Lavado de dinero, defraudación fiscal y delincuencia organizada. En su primera conferencia de prensa, después de haber estado encarcelada más de 5 años, la señora Gordillo declaró: “Recuperé la libertad y la reforma educativa se ha derrumbado”. Y arremetió duramente contra el desempeño del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación: “La organización ha tenido una larga y compleja historia, pero nunca se había enfrentado a la autodestrucción como resultado de la abyección”. En los siguientes meses se dedicó en cuerpo y alma, junto con su yerno, a la campaña política para formar su propio partido político: Redes Sociales Progresistas, que ya cuenta con los afiliados necesarios para obtener su registro.
La semana pasada la señora Gordillo anunció que regresará a hacer de las suyas en el sector magisterial. Así que agregados laborales de la embajada norteamericana, pónganse a trabajar.
POR LUIS SOTO
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