Autor: Alfredo C. Villeda
Hace 10 años, en una conferencia en la que había invitados mexicanos como Genaro García Luna y Jorge Tello Peón, el militar retirado Barry McCaffrey, zar antidrogas en el gobierno de Bill Clinton, advirtió que la Iniciativa Mérida era una gota en el océano de la lucha contra el tráfico de estupefacientes y que, de continuar la escalada de violencia, México iba en la ruta de ser un narco-Estado en la siguiente década, es decir, la que está por acabar estos días.
Desde el caso Camarena, en los años 80, el narcotráfico ha marcado la ruta y si primero fue el periodismo el que dio seguimiento puntual a la agenda de seguridad, sin olvidar los narcocorridos, la ola expansiva alcanzó a la literatura y desde hace 10 años a la televisión, con series en las que figura la plana mayor, como Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Don Neto, Rafael Caro Quintero, los hermanos Arellano Félix, Amado Carrillo El Señor de los Cielos, Joaquín Guzmán Loera El Chapo, Juan José Esparragoza El Azul e Ismael Zambada El Mayo, entre otros.
En términos de sexenios, esta saga comenzó con Miguel de la Madrid y se recrudeció con Felipe Calderón, por lo que Enrique Peña Nieto quiso privilegiar la agenda de las reformas estructurales a la de la violencia y desde las oficinas de Gobernación había presiones para que los medios dejaran de evaluar como notas principales las de inseguridad y evitaran palabras como “ejecutados”, hasta que la realidad, la fuga de El Chapo Guzmán, los alcanzó con todo y aquella portada de la revista Time, en la que ponían al Presidente como el salvador de la patria. Los otros clavos fueron Tlatlaya y la desaparición de los 43 de Ayotzinapa.
Con Andrés Manuel López Obrador la estrategia fue promover la idea de combatir la inseguridad desde sus raíces, anteponiendo los programas sociales al combate directo, pese a que se salió con la suya con la consolidación de la Guardia Nacional. Sin embargo, la realidad también alcanzó a la 4T con el fracaso de operativo para atrapar a Ovidio Guzmán y la aprehensión en Estados Unidos de García Luna, dos sucesos relacionados con el narcotráfico que marcaron el año uno del tabasqueño y el fin de la década, esa sobre la que advirtió McCaffrey en 2009.@acvilleda