¿Qué esperábamos?

Autor: Javier Risco

No había mucho que esperar, las expectativas eran bajísimas, pero justo ahí en el abismo de la credibilidad, por debajo estaba el gobernador anterior, Graco Ramírez. La llegada de Cuauhtémoc Blanco a la gubernatura de Morelos fue una consecuencia del rotundo fracaso del sexenio anterior y una fotografía con el actual presidente Andrés Manuel López Obrador; no hubo méritos, sólo estar ahí, subirse a la ola. El problema es que, al cumplirse un año de su llegada, Cuauhtémoc no ha estado ahí. De acuerdo con datos de la organización civil Morelos rinde cuentas, de los 365 días del primer año de gestión de Blanco, en 207 días (que representa el 57 por ciento) no registró actividad pública alguna y, no sólo eso, de los 251 eventos y giras del gobernador, 152 fueron en la ciudad de Cuernavaca y el segundo municipio más visitado fue Jiutepec, con 12. Su centralismo y desprecio a caminar el estado también ha llamado la atención. “La mayoría de los municipios se encuentra con una o dos visitas, las cuales fueron principalmente giras de agradecimiento en octubre de 2018, cuando iniciaba su gobierno”, señaló el estudio.

Poco importaría si Morelos tuviera los mismos números en materia de inseguridad que Yucatán, o Cuernavaca se comportara en términos de paz como la ciudad de Mérida, pero no, Morelos se ha mantenido violento, peligroso e inútilmente blindado.

De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en Morelos, hasta el 30 de septiembre, se habían contabilizado 873 homicidios; de estos, 683 fueron homicidios dolosos, registrando un aumento considerable respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se registraron 506 asesinatos. En violencia contra la mujer el estado gobernado por Morena se encuentra en segundo lugar nacional de feminicidios, de enero a septiembre asesinaron a 27 mujeres. Y no sólo eso, asesinar en Morelos NO TIENE NINGUNA CONSECUENCIA; de acuerdo con el reporte publicado por la organización Impunidad cero, el estado de Morelos tiene una tasa de impunidad del 99.6 por ciento en homicidios dolosos. No hay adjetivo que quepa, sólo se le puede llamar una ausencia total del Estado. La fotografía es trágica, pero el gobernador decide ver a otro lado.

Hace un par de días el gobernador estuvo en Palacio Nacional, varios reporteros lo abordaron para conocer si se había tratado de una reunión de seguridad o sobre un balance de este primer año, quizás de temas presupuestales… la respuesta de Cuauhtémoc Blanco otra vez muestra su cara menos amable: “No me gusta hablar de eso, amigo, son cosas secretas”, varios periodistas insistieron en por qué eran “cosas secretas”, y el gobernador sentenció: “porque no se pueden decir”, como guion de película de Luis Estada, las declaraciones del gobernador son parte de esta tragicomedia nacional.

De la agenda de esta semana de Cuauhtémoc Blanco sabemos muy poco, de hecho, lo único que se ha filtrado a medios es que el próximo 13 de diciembre tiene un encuentro con… Ronaldinho. Ambos exjugadores tendrán un partido de exhibición en beneficio del DIF en el estadio Agustín ‘Coruco’ Díaz, de Zacatepec, a las 19 hrs. El encuentro fue organizado por la esposa de Blanco, la señora Natalia Rezende. También se espera la presencia de José Saturnino Cardozo, Antonio Carlos Santos y Luis Hernández.

Sinceramente, ¿qué esperábamos de Cuauhtémoc Blanco?

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