Desde que comenzó la pandemia en México, se han incrementado un 80 por ciento las llamadas de mujeres a los teléfonos de auxilio por hechos de violencia de género. Además, el encierro tampoco disminuyó el número de homicidios dolosos contra mujeres, el promedio se mantiene en 10 cada día.
A pesar de esto, la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de las Mujeres aprobó un recorte de 151 millones de pesos en su presupuesto de 2020, como parte de las medidas de austeridad que inició el gobierno federal con el pretexto de ahorrar dinero para enfrentar la pandemia.
La realidad es que en los hechos, Inmujeres no tendrá dinero para operar este año, ya que el recorte aplica 147.2 millones del capítulo “3000” (de servicios generales) y 4.7 millones del capítulo “2000” (para materiales y suministros).
147.2 millones del capítulo “3000” (de servicios generales) y 4.7 millones del capítulo “2000” (para materiales y suministros).
Apenas ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijera en su conferencia matutina que no habría recortes a la atención a la violencia contra las mujeres. Esto luego que se anunciaran recortes a las Alertas de Violencia de Género y Centros de Justicia para las Mujeres en 10 estados, acción que ante las críticas y señalamientos corrigió y anunció que no habría recortes.
A principios de abril, la Secretaría de Hacienda retuvo otros 463 millones de pesos del presupuesto para el Instituto de las Mujeres, de los 826 millones aprobados en el Presupuesto de Egresos para este 2020. Esta partida congelada afecta al desarrollo de políticas de igualdad en Estados y municipios, un ingreso del que dependen los programas de muchos institutos locales y estatales, ya que son los únicos recursos con los que cuentan estas Administraciones para luchar contra la violencia de género.
En redes sociales se ha expresado la preocupación de este hecho.