Las funciones del Instituto es una falsa moral y es la cueva de Ali Baba y los 40 ladrones
Como balde de agua fría cayó la renuncia de Jaime Cárdenas a la dirección del Instituto Para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep) y como cascada vinieron las críticas de especialistas, periodistas y políticos luego de las declaraciones de unos de los más fieles seguidores del obradorismo.
La periodista y editora de la Revista Siempre, Beatriz Pagés Rebollar en su editorial “Le bajaron los calzones” del número 3512, aseguró que “uno de los hombres más identificados con el movimiento obradorista, decidió correr la cortina para mostrar que el ícono favorito de la 4T es un pantano pestilente“.
Asimismo, escribió que el instituto es la caja fast track del gobierno, que de ahí se extrae el dinero que le urge al presidente sin que nadie esté obligado a registrar, transparentar o rendir cuentas del asalto a la nación.
En los supuesto del Presidente de la República, el instituto nació para redistribuir con el “pueblo” los bienes, muebles, inmuebles, joyería y dinero que se compró con el dinero del Estado en transacciones oscuras que indicaban corrupción.
“En los hechos, sin embargo, el INDEP es la cueva de Ali Baba y los 40 ladrones. Está más concentrado en conseguirle dinero a López Obrador que en ayudar a los pobres”, manifestó la editorial.
Las declaraciones de Cárdenas al diario Reforma —publicadas el pasado 24 de septiembre— son más importantes de lo que se cree. La periodista Pagés Rebollar comentó que astas “las hacen con reglas muy parecidas a las de bazar o una ruleta en cualquier casino de Las Vegas. Hay subastas a sobre cerrado de residencias en Cancún, autos de lujo, joyas, muebles, menaje de casa, sin que nadie sepa de dónde proceden esas propiedades y menos, quién se beneficia de las ventas”.
Puntualizó que “lo más insólito de todo esto es que las transacciones más oscuras de la 4T se hacen, ni más ni menos, que en el Centro Cultural Los Pinos. Es decir, en la ex residencia oficial de los presidentes de México, un lugar en el que AMLO se negó a vivir por considerar que él, a diferencia de los que habitaron ahí, no es corrupto”, señaló.