Hace 14 años, Andrés Manuel López Obrador, encabezó un plantón en la capital del país que se instaló en Paseo de la Reforma, se levantó hasta el 15 de septiembre sumando 47 días de duración
¡Voto por voto, casilla por casilla! ¡Voto por voto, casilla por casilla! Eran las consignas de una multitud decepcionada, enojada, frustrada porque su “gallo”, Andrés Manuel López Obrador había perdido la elección presidencial de 2006 contra Felipe Calderón.
El 30 de julio de 2006 la negativa de Andrés Manuel López Obrador de reconocer el dictamen sobre las elecciones presidenciales en México, junto al anuncio de formar un gobierno “asambleario alternativo” es “más o menos un golpe de estado”.
El diario español ABC calificó así la acción del candidato de la coalición “Por el Bien de Todos”, que mantiene su resistencia de cara al anuncio que la próxima semana harán las autoridades electorales mexicanas sobre el resultado de los comicios del 2 de julio.
Andrés Manuel López Obrador convencido de que la presidencia de México no será suya, dijo que creará un gobierno paralelo de izquierda y le pidió a los mexicanos que no reconozcan la victoria de Felipe Calderón, por ello organizaron un gran plantón a lo largo y ancho de la Avenida Reforma y ocuparon la plancha del Zócalo en donde a diario, a las 7 de la noche, daba su informe de lo que procedería en las siguientes horas de aquél julio de 2006.
En una inusual coincidencia de opiniones, los diarios estadounidenses The Miami Herald, Los Angeles Times, The Chicago Tribune, The Washington Times y el canadiense Globe & Mail, indicaron que López Obrador debe preparar su discurso de aceptación de derrota.
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Y el tiempo le dió la razón…
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