El periodista hace un recuento de los casos de corrupción en el gobierno de Andrés Manuel que va desde su vocero Jesús Ramírez, el secretario particular Alejandro Esquer hasta su hermano Pío López Obrador
El presidente Andrés Manuel López Obrador es un caso excepcional y es que dijo en campaña que terminaría con la corrupción, pero en tan solo dos años de su mandato se han documentado más ocho casos de corrupción y eso sin contar las ligas de René Bejarano, Gustavo Ponce y Carlos Ímaz en 2004.
El periodista Carlos Loret de Mola en su columna de El Universal da cuenta de los engaños y de las artimañas de su vocero, Jesús Ramírez Cuevas, quien usó una empresa fantasma para financiar el órgano propagandístico del partido Morena.
También se sabe de su secretario particular, Alejandro Esquer, también le detectaron uso de empresas fantasma. Ya habían cachado en la misma a su superdelegado en Jalisco, Carlos Lomelí, quien además tenía contratos millonarios de medicinas… del propio gobierno.
Y por si fuera poco, con Birmex, la empresa gubernamental a la que quieren darle la distribución de medicamentos para pacientes con cáncer, desvió más de 200 millones de pesos usando también empresas fantasma entre 2014 y 2019 (ya en el actual sexenio).
Su hermano Pío López Obrador aparece en videos recibiendo paquetes de dinero en efectivo que dice son para la campaña presidencial de 2018. El que da el dinero era su funcionario consentido, David León.
Bueno y cuando era jefe de Gobierno en la Ciudad de México, quien era su secretario particular y líder del Congreso local, René Bejarano, apareció también en video recibiendo fajos de billetes con ligas de un empresario. Al igual que dos altos mandos de su entonces partido, PRD, Ramón Sosamontes y Carlos Ímaz. Y su secretario de Finanzas, Gustavo Ponce, apostando en Las Vegas. Hasta una de sus diputadas en Veracruz, Eva Cadena, salió en video recibiendo cash prometiendo que lo entregaría a AMLO. Y su cuñada, Concepción Falcón, está acusada de desfalcar al municipio de Macuspana por 223 millones de pesos.
Y bueno, las casas de Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad; de Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública.