El blanco del presidente han sido los empresarios, medios, científicos, el sector salud, universidades, mujeres y… los opositores abiertos
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha optado por la confrontación, es su único método para gobernar. No propone y destruye la confianza de las instituciones, pero peor… aquí salimos perdiendo todos, asegura el escritor Federico Reyes Heroles.
Es el intelectual con el que más ha tenido roces el presidente e incluso le puso el mote: “intelectual orgánico”, como si la simple forma de etiquetar, no entiende el habitante de Palacio Nacional, trasgrede, como ciudadano y, como jefe del Ejecutivo, viola los derechos humanos del escritor.
Reyes Heroles hace un análisis de los dos años de gobierno del presidente de izquierda y que ha abierto flanco por todos los lados.
“¿Necesitamos científicos?, sí. ¿Empresarios?, por supuesto, generan nueve de cada 10 empleos, ¿Burocracias?, sí. Pero, sobre todo, necesitamos instituciones que nos garanticen libertades, justicia, discusión plural y equilibrio en las decisiones”, señala Reyes Heroles.
En su columna en Excélsior, el especialista recuerda que “Madero no quería la destrucción de las instituciones, demandaba respeto a la ley. Allí empezó una verdadera Revolució”.
Asimismo, señala “de qué le ha servido a México sembrar la duda generalizada sobre corrupción en todo tipo de acciones e instituciones: el Poder Judicial, el INE, y los órganos reguladores, los fideicomisos, las instituciones de salud, etc. De nada. La confrontación jurídica aclara hechos y así ayuda a la justicia. Pero la confrontación como método de gobierno lo que consigue es el debilitamiento generalizado de los gobernantes y de las instituciones. Nadie gana”, puntualiza.