El presidente dio un golpe de timón al nombrar tesorera de la Federación a una mujer a la que le sobra dogma, pero le falta el perfil técnico necesario
La semana pasada fui invitado por Carmen Aristegui a debatir sobre la evaluación del primer tercio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador con Elvira Concheiro, profesora en la UNAM, marxista, experta en Engels y doctora en sociología. No sabíamos que días después sería nombrada tesorera de la Federación, relata Jorge Suárez-Velez en su columna en el periódico Reforma.
Y es que el presidente anunció cambios en su Gabinete Legal, en conferencia de prensa matutina informó que la capitana de altura, Ana Laura López Bautista será la coordinadora general de Puertos y Marina y en la Tesorería de la Federación, en el lugar de Borja Gómez, estará María Elvira Concheiro Bórquez.
Sí, esa misma que días antes había estado debatiendo con Jorge Suárez-Velez.
“Me sacó de quicio su falta de empatía por los más de 100 mil mexicanos (oficialmente) muertos por la pandemia”, cuenta en las páginas del rotativo el columnista.
Cuenta que durante la charla-debate Concheiro puso en duda datos de fuentes oficiales, que sin dato duro alguno afirmara que México ya cambió y que dijera que las asignaciones directas son una medida efectiva para evitar corrupción.
Acabamos de ver el primer claro y evidente golpe de timón de este gobierno para darle a una militante de la izquierda más radical un puesto para el cual ni remotamente cumple con el perfil necesario.
Jorge Suárez-Velez