La secretaria después de su primer conferencia, en la que se vió nerviosa, pidió a “¿Alguien de Reforma y de El Universal?
El periodista Carlos Loret de Mola manifestó que la primera conferencia mañanera sin el presidente López Obrador no estuvo exenta de los elementos que la han posicionado como ese morboso circo. El lunes, una nerviosísima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quiso terminar sin aceptar ninguna pregunta, y fue hasta que los reporteros ahí presentes empezaron a soltar sus cuestionamientos a voz en cuello, que aceptó quedarse unos minutos más y responder.
Un preguntador de los que le hacen comparsa al primer mandatario tomó el micrófono para lanzar una larga perorata de elogios al gobierno y de paso, emulando al mandatario y quizá para complacerlo a larga distancia, llamó “pasquín” al periódico Reforma.
Le ha de haber dado un poco de pena ajena a la secretaria de Gobernación. Porque para el tercer día que encabezó la mañanera, de plano pidió que pudieran preguntar más reporteros de verdad: “¿Alguien de Reforma y de El Universal? Para que podamos también tener aquí a los diarios más importantes”, se sinceró.
Bofetada con guante blanco al vocero presidencial, Jesús Ramírez, director de esa patética orquesta.
El show debe continuar. Y si el presidente se enferma, ahí está el espectáculo montado para quien tome su lugar: personajes que se disfrazan de periodistas, se ostentan como representantes de medios de comunicación artificiales, creados como en microondas al amparo del sexenio actual, y que interpretan el oficio como un ejercicio de adulación permanente en el que no cabe el menor asomo de crítica a su entrevistado.