El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que quienes no estén a favor de la ampliación del mandato del ministro presidente Arturo Zaldívar son cómplices de la corrupción.
“Les da coraje la transformación”
Al ser cuestionado sobre la votación de los magistrados sobre la ampliación del mandato de Arturo Zaldívar como ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), López Obrador aseguró que a sus opositores “les da coraje” la transformación del país, y afirmó que quienes voten en contra, se convertirán en cómplices de la corrupción.
Apoyan al régimen de corrupción porque en este caso lo que se aprobó fueron leyes para reformar al Poder Judicial y se consideró que estas reformas se llevarían a cabo siempre y cuando el presidente de la Suprema Corte, y el presidente a la vez, que es la misma persona, del Consejo de la Judicatura, fuese una gente honorable, íntegra”.
En respuesta, analistas y expertos han destacado que las afirmaciones del presidente atentan contra la autonomía judicial. En Twitter, José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, señaló que se trata de un “descaro total” del presidente. Asimismo, el investigador de la UNAM, Francisco Valdés, dijo que llamar corruptas a todas las personas que no piensan como él “es un franco desvarío y una intromisión que amenaza al Poder Judicial”, según informó El Universal.
No entraré en confrontación política: Zaldívar
El ministro Zaldívar publicó este martes una columna en el periódico Milenio, titulada “Ser juez constitucional”, en la cual escribe sobre la controversia que ha generado el artículo transitorio que amplía su mandato. Asegura que con las reformas al Poder Judicial el paradigma de la justicia constitucional se fortalece y que sus beneficios serán cada vez más tangibles para todas las personas. No obstante, señala que la polémica lo opacó todo:
La reforma ha sido opacada por la inclusión de un artículo transitorio que prorroga por dos años la integración actual del Consejo de la Judicatura Federal, con el fin de implementarla. Dicho precepto no formó parte del proyecto elaborado por el Poder Judicial y fue una adición de último minuto, cuya constitucionalidad ha sido ampliamente puesta en duda.
Zaldívar asegura que entrar en confrontación política limitaría su capacidad para desempeñar su labor al frente del Poder Judicial, a pesar de que “nada hubiera sido tan taquillero como salir a denunciar una ruptura del orden constitucional”. Afirma que hacer algún pronunciamiento habría significado ir en contra de su deber y responsabilidad, aunque “seguramente me hubiera ahorrado los insultos y las sentencias irrevocables que me condenaban a la ignominia; quizá me hubiera cubierto de gloria saliendo a emitir condenas anticipadas”. Finalmente, dijo que no intervendrá tampoco en la decisión de los magistrados.
Hacerlo antes de la conclusión del procedimiento legislativo hubiera implicado interferir en la deliberación parlamentaria, frente a la cual los jueces debemos permanecer neutrales. Hacerlo ahora, implicaría adelantar mi criterio sobre la constitucionalidad de una ley que muy probablemente deberá ser juzgada por la Suprema Corte.
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Con información de El Financiero, El Universal y Milenio
