Mientras que el presidente recibe con bombo y platillo a la vicepresidenta Kamala Harris (o “presidente Kabala”), su par, Joe Biden no ha mostrado interés por reunirse personalmente con él.
Su visión ha degradado a México
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, no parece tener entre su planes hacer una visita de Estado a nuestros país o recibir a su homólogo mexicano en el suyo. Desde su llegada al poder, la relación entre Biden y López Obrador se ha remitido a un par de reuniones virtuales, a pesar de la importante relación bilateral que siempre ha existido entre ambas naciones y ser sus principales socios comerciales.
Así, Joe Biden tomó la decisión de que fuera su vicepresidenta Kamala Harris quien tomara las riendas de un fenómeno tan importante como la migración, y fue ella quien vino a tierras mexicanas, recibida personalmente por el presidente, quien por cierto decidió no usar cubrebocas para ella, e incluso cambió su nombre y cargo al saludarla.
En este sentido, el Centro Virtual de Investigación y Análisis de Política Económica Estratégica y Geopolítica (SEPGRA, por sus siglas en inglés) publicó el artículo “El México de AMLO, degradado”, en el que apunta que México se ha mostrado con un nivel “tan pueblerino” y su proyecto nacional enarbola cuatro proyectos “tan innecesarios como costosos y anticuados”, que ha degradado el trato que recibe de parte del gobierno de los Estados Unidos. Cabe señalar que López Obrador ha intentado proponer que Estados Unidos participe en la implementación de sus programas sociales (como el problemático Sembrando Vida) en Centroamérica y ha obtenido como respuesta tan solo una posible consideración a futuro.
“No es una ofensa para los mexicanos”
Para SEPGRA, el nivel que ha mostrado el presidente López Obrador, su política electorera y su comportamiento en general, solo lo ha equiparado cada vez más a los mandatarios de países centroamericanos, por lo que “el gobierno de Estados Unidos, con razón, lo coloca en el mismo nivel de prioridad que Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Por esta razón, al presidente de México no se le concede el trato con el presidente de Estados Unidos” y solo lo hace, a manera de cortesía, con la vicepresidenta Harris.
“No es una ofensa para los mexicanos; es solo un reconocimiento del nivel de su presidente”, acota el artículo, lo cual contrasta con la relación que tenían los presidentes mexicanos anteriores con sus pares estadounidenses: Enrique Peña Nieto tenía comunicación con Barack Obama; Vicente Fox, con George W. Bush; Ernesto Zedillo, con Bill Clinton; Carlos Salinas, con George H. W. Bush. Ellos, y todos sus predecesores, se reunían con los presidentes de los Estados Unidos y no con los vicepresidentes.
Lee la nota original aquí Virtual Centre for Strategic Economic Policy and Geopolitics Research and Analysis (SEPGRA)