Millones de mexicanos están seguros de pertenecer a la clase media: más del 60% de la población dice serlo, pero la realidad cambia cuando se observan de cerca todas sus carencias. ¿Qué las define? ¿El salario, los estudios, las propiedades, la seguridad social?
¿Cuáles son las clases medias del país?
La clase media se ha convertido en un estrato muy difícil de definir en el país. Aunque se piensa en ciertas características, los requisitos para formar parte de ella se han desvanecido, además de que la realidad laboral de las nuevas generaciones ha vuelto prácticamente imposible reunirlos todos: un buen ingreso, seguridad social, un automóvil propio, la capacidad para mantener una familia, ahorros en el banco, acceso a bienes inmuebles, a viajes, a educación privada para los hijos, a un patrimonio y una tranquilidad que, aunque no los hace ricos, sí les permite subsistir de forma cómoda con el producto de su trabajo o su negocio.
“En México muchos creen ser clase media pero no es así. El 61 por ciento de la población se identifica como tal pero solo el 12 por ciento lo es. La mitad del país vive con un serio malentendido sobre su nivel de ingreso”, señala el artículo “No, no eres clase media”, publicado por The New York Times en julio de 2020. ¿Pensar que eres clase media porque tampoco eres pobre será un error? Aunque no tengas casa propia, coche propio y mucho menos prestaciones laborales, pero sí te alcance para comprar ropa o zapatos nuevos, comer fuera varias veces al mes, tener un smartphone, planes de internet ilimitado y viajar en Uber. ¿Es “aspiracionista”, como dice el presidente López Obrador sobre las clases medias, querer un mejor ingreso, un mayor salario, una mejor educación para los hijos?
Quizás sea así para aquellas personas que reniegan de una realidad que los hace mantener un estatus de papel, con bases endebles, sin ahorros, repletos de deudas, pero con el iPhone último modelo sobre la mesa del restaurante de Polanco o la Condesa. Mientras caminan en una cuerda floja colocada sobre un abismo que será casi imposible evitar: un futuro sin pensiones, ausencia de prestaciones laborales que les permitan comprar una casa propia, acceso a créditos bancarios que los ahogan cada vez más.
Desgraciadamente en México, con una herencia colonial tan brutal, con una división de clases tan abismal y una profunda desigualdad, hay amplios sectores de la llamada clase media muy clavados en el aspiracionismo, soñando con dejar de ser explotados para convertirse en explotadores”, escribe Gustavo Godínez, en desdeabajo.mx
No es algo que comienza donde termina la pobreza: INEGI
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que definir a las clases medias es una labor compleja que, lo complica poder medirla de manera adecuada. Por ello, en la presentación de su trabajo de investigación “Cuantificando a la clase media en México en la primera década del siglo XXI: un ejercicio exploratorio”, publicado en el año 2014, el Instituto añade una nota aclaratoria sobre la “tarea problemática” que significa tratar de desentrañar los enigmas de este estrato social en el país:
Mucho se ha debatido sobre la medición de la pobreza, tanto en el plano conceptual como metodológico, pero ciertamente no ha recibido la misma atención la identificación y medición estadística de la llamada clase media. Esta última tarea resulta problemática por dos razones:
- Porque no necesariamente la clase media es algo que comience justamente ahí, en donde termina la pobreza: en la sociología contemporánea (Metzgar, 2010) se discute si la pobreza define en sí misma a una clase social o es más bien una condición transversal al concepto de clase; por ejemplo, así como hay trabajadores pobres, cabe concebir asimismo un estrato de la clase trabajadora no pobre, pero tampoco, en sí y por sí, clase media.
- Por la ausencia de una definición consensuada sobre lo que es la clase media; sobre todo de una que se preste a ser medible con la información estadística disponible.
De esta forma, el Inegi señala que para analizar a las clases medias no solo es necesario tener en cuenta los criterios económicos, sino también los sociológicos, pues “sin duda se trata de una discusión compleja que reclama más de un ángulo para ser abordada”. Así, los resultados de la revisión de este grupo social indican que el 42.4% de los hogares, en donde habitaba el 39.2% de la población del país son de clase media. En contraste, el 2.5% de los hogares son de clase alta (donde vive 1.7% de la población) y la gran mayoría, un 55.1% de los hogares, equivalente al 59.1% de los mexicanos, viven en pobreza.
En términos absolutos, 12.3 millones de hogares y 44 millones de personas constituyen la clase media en el país, y tres cuartas partes se ubican en el ámbito urbano.
Inegi
Cabe acotar que las cifras presentadas por el Inegi corresponden al año 2014, cuando la población mexicana era de 120.4 millones de personas y que, de acuerdo con el Censo 2020 elaborado por el organismo, actualmente el país tiene 126 millones de habitantes. A ello se suma el cálculo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el cual estima que entre 8.9 y 9.8 millones de mexicanos cayeron en la pobreza tras la crisis del COVID-19, millones de personas que vivían en la delgada línea que existe entre mantener frágilmente un estatus de “clasemediero” y vivir en la pobreza.
Computadora, tarjeta de crédito y comidas fuera de casa
De acuerdo con el Inegi, los hogares clasificados como clase media tienen las siguientes características: el jefe o la jefa de familia es alguien que cuenta por lo menos con educación media superior, casado/a y conforma un hogar nuclear de cuatro personas; lo más probable es que tengan por lo menos con una computadora; que gasten alrededor de 4,400 pesos trimestrales en consumir alimentos y bebidas fuera del hogar; que tengan al menos una tarjeta de crédito en la que abonen alrededor $1,600 pesos al mes, y que uno de sus integrantes esté inserto en el mercado laboral formal.
Es interesante subrayar que si bien en términos de mercado laboral es más probable que quien labora en ese hogar seleccionado al azar esté inserto en el sector formal privado que en el gobierno, la educación pública sigue siendo fundamental para los hogares de clase en media en México y llama asimismo la atención que los créditos de interés social y/o los recursos familiares, más que el crédito comercial bancario, sean decisivos para el acceso a la propiedad de la vivienda.
De acuerdo con el mencionado artículo de The New York Times, según el Índice de Desarrollo Social de Evalúa de Ciudad de México, una persona pertenece a la clase media cuando cuenta con “ingresos suficientes para satisfacer necesidades de educación, salud, servicios sanitarios, drenaje, teléfono, seguridad social, electricidad, combustible, bienes durables básicos y no trabajar más de 48 horas a la semana. En promedio, la clase media en México logra esto ganando en promedio 16 mil pesos por persona”.
Las carencias de las clases medias
Ante la diversidad de caras de la pobreza y las posibles clases medias en México, el Consejo Nacional de Evaluacion de la Política de Desarrollo Social (Coneval) realiza una medición de pobreza desde diferentes aspecto socioeconómicos, con base en los cuales, una persona puede tener el ingreso que Evalúa atribuye a las clases medias, de 16 mil pesos mensuales, pero al mismo tiempo ser pobre por falta de acceso a seguridad social o por rezago educativo. Estos son los ejes que mide el Coneval:
- Ingreso corriente per cápita
- Rezago educativo
- Acceso a servicios de salud
- Acceso a seguridad social
- Calidad y espacios de la vivienda
- Acceso a los servicios básicos en la vivienda
- Acceso a la alimentación
- Grado de cohesión social
Hay casi 37 millones de personas que técnicamente no son pobres pero tienen carencias básicas como acceso a la salud, seguridad social o educación. Esto se debe a que la línea de pobreza del gobierno mexicano es demasiado baja. El Coneval calcula que con 3,200 pesos mensuales una persona puede satisfacer todas sus necesidades, algo lejano de la realidad en muchas zonas del país.
The New York Times
Con información de The New York Times, Coneval, Inegi, desdeabajo.mx