Según datos del Instituto Belisario Domínguez, ocho de cada diez elementos de la Guardia Nacional no están certificados ni han aprobado los exámenes de control de confianza para desempeñar el cargo.
Aplazarán certificaciones hasta 2024
Han pasado casi tres años de la creación de la Guardia Nacional y aún sigue siendo una asignatura pendiente concluir la certificación de todos sus elementos. Según las cifras del Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, para noviembre de 2021, el 80% de los integrantes de la Guardia Nacional (79,485 de los 100,480 que hay en el país) no aún no estaban certificados ni habían aprobado los exámenes de control de confianza, requisitos mínimos para los elementos de seguridad en el país.
Originalmente, la Ley de la Guardia Nacional (LGN) estableció el 28 de mayo de 2021 como fecha límite para que todos los integrantes de este cuerpo de seguridad obtuvieran su Certificado Único Policial (CUP), el cual es obligatorio para desempeñar sus funciones. Al no cumplirse con esta meta, incumplimiento que la institución justificó con la llegada de la pandemia de COVID-19, el pasado 23 de julio, se publicó un acuerdo de la Comisión Permanente de Certificación y Acreditación del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), en el que se amplió el plazo hasta el 31 de mayo de 2024.
Militares se resisten a estas medidas
Erubiel Tirado, coordinador del diplomado de Seguridad, Democracia y Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana comentó en entrevista con Reporte Índigo que posiblemente una de las principales causas por las que no se han realizado estas certificaciones en los elementos de la Guardia Nacional es porque sus integrantes son militares, quienes suelen no estar de acuerdo con este tipo de prácticas. Sin embargo, señala que su negativa solo dejaría en evidencia que el sistema de seguridad pública nacional no cuenta con integrantes que estén debidamente capacitados.
“Buena parte de los integrantes de la Guardia Nacional son militares, y a los militares no les gusta tener que cumplir con estas medidas, pues son procesos enfocados para la policía, una institución que muchos de ellos la consideran por debajo de su categoría. Un efecto que a su vez se ha visto replicado con las policías del país, cuyos mandos se han ido militarizando”, señaló Tirado.
Con información de Reporte Índigo