Este lunes, el patinador profesional Donovan Carrillo hizo historia al clasificar a las finales de patinaje artístico en Pekín 2022.
El único participante latinoamericano
Donovan Carrillo, de 22 años, ha conseguido el sueño de todo deportista de alto rendimiento: llegar a la final en sus primeros Juegos Olímpicos.
El camino para lograrlo no fue sencillo, pero ya hizo historia. Fue el único latinoamericano clasificado, colocándose entre los mejores 24 patinadores del mundo tras meterse a la final, algo que ningún mexicano había conseguido al conquistar el vigesimonoveno lugar.
Su rutina mereció de los jueces una puntuación de 79,69; cifra que superó su récord personal. Para su salto triple, el Triple Axel, obtuvo un puntaje de 8,91.
Con esta victoria, Donovan se presentará en el programa largo del próximo miércoles a las 19.30 horas del centro de México.
Donovan Carrillo ganó su boleto para los Beijing 2022 en los campeonatos mundiales al finalizar en el vigésimo lugar, ahí se enfrentó contra 29 de los 30 competidores. El estadounidense Vicent Zhou quedó fuera tras dar positivo por covid-19.
“Una de mis primeras emociones cuando acabé el programa corto es que no quería que terminara. Estaba siendo un momento muy especial y estaba disfrutando al máximo lo que más amo en la vida, que es patinar”.
Carrillo, clasificado en la posición 19, destacó junto a otros deportistas favoritos como el estadounidense Nathan Chen y los japoneses Yuma Kagiyama y Shoma Uno.
“Los sueños se hacen realidad”
Sin embargo, las pruebas de los comités olímpicos fueron el menor de los obstáculos. Donovan forjó su técnica y habilidad sin contar con una pista especial para deportistas. Tuvo que mudarse de ciudad y practicar en una dentro de un centro comercial.
Donovan Carrillo se ha ganado el corazón de México gracias a su carisma, talento, por su constancia y el orgullo con el que muestra cada que tiene oportunidad, la riqueza cultural de nuestro país tanto en la música y los trajes de sus rutinas. Cómo olvidar el momento viral cuando compitió con una canción de Juan Gabriel, el Divo de Juárez.
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El que usó para los Juegos fue uno negro con dorado con más de 17.000 cristales y picos, la melodía que lo acompañó fue Black Magic Woman de Carlos Santana, artista que su padre le ponía cuando era niño.
“¡Besos a mi familia y a todo México, los sueños se hacen realidad!”.
Al salir de la pista, se dijo “muy motivado para dar lo mejor de mí en el programa libre. Una de las metas era buscar esta clasificación”.
Se mudó a los 12 años con su entrenador a León, en Guanajuato. No obstante, no mejoró en cuanto a infraestructura para su práctica porque aún seguía preparándose en pistas con una calidad amateur.
Su familia buscó patrocinadores en empresas, pero fueron rechazados; quienes le apoyaron fueron sus amigos y allegados. Así empezó a viajar a Europa para competir.
Antes que Carrillo en la categoría masculina, estuvo Ricardo Olavarrieta quien participó en 1988 y 1992. También dejaron huella las mexicanas pioneras Diana Evans, en 1988, y Mayda Navarro, en 1992. Carrillo, que ya se dejó querer por la armonía de unos Juegos, solo quiere disfrutar sobre el hielo.
Con información de El País.
