En vez de atender las demandas legítimas de las y los médicos mexicanos, López Obrador invertirá en un programa innecesario e injusto.
“No quieren ir lejos”
Bajo el argumento de un déficit persistente de personal médico especializado en todo el país, el gobierno federal decidió la contratación de 500 profesionistas de la salud de Cuba para atender las necesidades de cobertura, principalmente en las zonas marginadas de México.
En su visita a la isla a principios de mes, el mandatario firmó un convenio de cooperación cuyo anuncio realizó en una de sus conferencias mañaneras. Desde entonces, el gremio de la salud se ha unido en protestas contra la nueva política de la 4T al considerarla como un agravio y una situación de inequidad para los connacionales.
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Un comunicado firmado por Federaciones, Asociaciones y Colegios de Médicos de México puso de manifiesto que las condiciones de precariedad salarial y de inseguridad, así como falta de insumos en clínicas y hospitales, son los factores que han impactado de manera negativa el desempeño del gremio mas no la falta de capacidad, profesionalismo o conocimiento de las necesidades de la población.
Sin embargo, en vez de escuchar y atender mediante un diálogo abierto las preocupaciones legítimas del personal de la salud, esta mañana el secretario Jorge Alcocer y el subsecretario Hugo López-Gatell menospreciaron estas denuncias al ignorar un problema real (bajos sueldos, violencia, infraestructura insuficiente) para sostener que no existe voluntad ni compromiso de este sector para lograr la cobertura de salud universal. Defendieron con fiereza la contratación de profesionistas extranjeros como la mejor opción.
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Precariedad y violencia
El País recopiló una serie de denuncias sobre bajos salarios e inseguridad a los que se enfrentan médicos que aceptan plazas en las zonas rurales. En ellas admiten temor y frustración ante las largas jornadas de trabajo, un sueldo que no les garantiza una vida digna, así como el temor de ser secuestrados o morir a manos del crimen organizado.
“Hace dos años fue asesinado un pasante en Guanajuato, los bajaron a él y al enfermero del vehículo cuando trasladaban a un paciente. […] Y también sabemos que nadie quiere ir a Tamaulipas”
José Luis Pérez Ávalos, director de Medicina de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco.
En México por cada mil habitantes existen 2.4 médicos, un promedio bajo respecto a los estándares de la OCDE. Trabajan cerca de 41 horas semanales y cobran alrededor de 3 mil 660 pesos al mes, de acuerdo con datos del Colegio Médico de México.
“Están totalmente mal pagados así que no todos los que se titulan se dedican finalmente a la medicina, miran las condiciones de seguridad en algunos territorios, la falta de infraestructuras adecuadas para dar un servicio de calidad y desisten. Es entendible.”
Jaime Gutiérrez, presidente del Colegio de Médicos.
Los residentes deben pasar el examen nacional para aspirantes a residencias médicas (ENARM) antes de trabajar en un Hospital. Sin embargo, su estancia prácticamente se toma como si fuera un empleo por el que reciben entre 7 mil y 8 mil pesos a la quincena. Sin dejar de lado las humillaciones, abusos y explotación de las que son víctimas por parte de sus superiores.
“Muchos médicos que hacen su residencia acaban prolongando sus estudios porque no tienen donde colocarse con un buen sueldo, y hacen la subespecialidad; y cuando ya la tienen los contratan a veces, pero como especialistas, para pagarles menos, porque ya tienen la subespecialidad. Así que acaban buscando una consulta privada o doblando la jornada en lo público y en lo privado para ganar un sueldo acorde a lo que estudiaron”
Para AMLO ha sido más práctico buscar quienes no le generen conflicto ni le exijan condiciones dignas de trabajo, que diseñar programas o políticas públicas que atiendan los problemas estructurales por los que las y los profesionistas en nuestro país renuncian a su vocación, salen del país o prefieren trabajar en el ámbito privado.
Sobre todo, no seguir “sordeándose” ante uno de los problemas más graves de su gobierno: la inseguridad.
Con información de El PAÍS.