La Secretaría de Marina mantiene en el anonimato los nombres de los elementos caídos en el operativo contra Caro Quintero.
Despedidos con honores
Este domingo, la Secretaría de Marina realizó un homenaje de cuerpo presente a los 14 marinos que fallecieron cuando su aeronave, un helicóptero Black Hawk, se desplomó a poco de llegar a Los Mochis, Sinaloa, luego de haber estado en Choix en la aprehensión del narcotraficante Rafael Caro Quintero.
La caída del helicóptero causó conmoción porque se especuló que pudo haber sido derribado en represalia por la detención del líder criminal. Sin embargo, este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador descartó que esa pudiera ser la razón e indicó que la Marina llevó a análisis la caja de voz para continuar las investigaciones.
Narcovenganza
La dependencia sólo publicó un video en memoria de los infantes caídos en cumplimiento de su misión pero mantuvo en secreto sus identidades, sólo se supo que eran originarios de Oaxaca a donde fueron enviados sus restos.
Esta decisión responde a una política de protección a familias y allegados de los elementos ante posibles represalias del narco por venganza.
El antecedente más conocido por su magnitud fue el del infante de Marina Melquisedec Angulo Córdova. En 2009, el miembro de las Fuerzas Armadas participó en el operativo para capturar al capo Arturo Beltrán Leyva, quien fue abatido mientras se encontraba en un lujoso fraccionamiento de la ciudad de Cuernavaca, Morelos.
Angulo fue el único marino que murió en el asalto al narcotraficante, tenía 30 años, poseía el rango de tercer maestre de las Fuerzas Armadas y formaba parte de una unidad de élite que combatía a los grupos criminales.
La Marina cometió el error de revelar su identidad y el lugar en el que se llevaría el sepelio en Paraíso, Tabasco, de donde era originario. El funeral, donde se le rindieron honores, tuvo una importante cobertura mediática; sin embargo, unas horas después un grupo armado a bordo de tres camionetas entró a la casa del marino y asesinó a su madre, dos de sus hermanos y a una tía.
Felipe Calderón se refirió a la masacre como “un acto cobarde y deleznable”. De acuerdo a las investigaciones, el responsable del múltiple homicidio fue Santos Ramírez Morales “El santo sapo”, jefe de Los Zetas en Tabasco. En noviembre del 2011, el santo sapo fue detenido por el Ejército.
Hay versiones que indican que las fotos del cadáver de Beltrán Leyva, así como de la casa tapizada de balazos después del operativo fueron filtradas a la prensa por la propia Maria para mandar un mensaje. Esta acción, se dice, pudo haber motivado la venganza en contra de la dependencia, y el blanco fue la familia de Melquisedec.
“Se niega categóricamente cualquier participación en ese montaje, en esa fotografía. No tenemos absolutamente nada que ver. No permitiríamos nosotros en ningún momento que se llevara a cabo la exposición de un cadáver de esa forma”.
Declaración anónima de un capitán de la Armada al diario Reforma.
Impertinencia después del “Culiacanazo”
En octubre de 2019, la presente administración cometió una impertinencia similar en aras de justificar la liberación de Ovidio Guzmán tras el operativo fallido en Culiacán, Sinaloa.
El gabinete de AMLO reveló el nombre del mando castrense encargado del “culiacanazo”, un Coronel de Caballería quien supuestamente habría omitido la autoridad de sus superiores y no informó que se llevaría a cabo el operativo. A la fecha, no se sabe de alguna acción contra el Coronel y su familia.
Con información de El Universal.