La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) atraviesa un conflicto que mantiene en paro intermitente a más de una docena de sus planteles, principalmente de bachillerato, sin que, hasta el momento, se vislumbre una posible salida.
Esta semana, los planteles de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) 3, 8, y 9, así como los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) sur y oriente, y las facultades de Filosofía y Letras, Psicología, Ciencias Políticas y Sociales y la Escuela Nacional de Arte y Diseño están en paro indefinido.
Mientras que las ENP 5 y 6 detuvieron sus actividades algunos días, en solidaridad con sus compañeros.
El conflicto universitario suma una serie de demandas estudiantiles que se acumularon desde el año pasado: en noviembre, estudiantes de la ENP 9 Pedro de Alva —reconocida por su alto nivel académico— denunciaron ser víctimas de acoso sexual por parte de alumnos y profesores.
Le siguió la Facultad de Filosofía y Letras, cuyas estudiantes subieron de nivel sus protestas y exigieron que se modificaran los estatutos universitarios para incluir el acoso sexual como causal de expulsión de la institución.
Desde entonces, los planteles han sido tomados por paristas y retomados por alumnos y padres de familia inconformes con el cese de actividades, sin que hasta el momento se logre mediar entre autoridades y estudiantes, pese a haber mesas de negociación abiertas.
El único avance concreto fue la modificación de los estatutos universitarios para que el acoso sexual sea causal de despido o expulsión de la universidad, aprobado por el Consejo Universitario el 12 de febrero.
Detrás del conflicto, también hay un trasfondo político: el 10 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció respecto a la toma de planteles y afirmó que “hay mano negra” detrás de las protestas.
“Son justas las demandas de las mujeres, quieren más protección, más apoyo. No tiene discusión, es una causa justa. Sin embargo, hay grupos que utilizan esa causa, son grupos conservadores aunque se digan de izquierda”, sostuvo.
Meten mano a la UNAM
El conflicto escaló luego de que este martes, el diputado federal de Morena Miguel Ángel Jauregui presentara ante la Cámara de Diputados una iniciativa para reformar la Ley Orgánica de la Universidad, para que las autoridades de la UNAM —incluido el Rector y los directores de escuelas y facultades— fueran designadas mediante elecciones populares en las que participara toda la comunidad universitaria y no por la Junta de Gobierno, como ocurre actualmente.
La propuesta causó molestia entre los órganos de gobierno de la universidad y propició una respuesta enérgica del rector Enrique Graue.
“El hecho de presentar una iniciativa como ésta, sólo puede ser interpretado como un intento de desestabilizar la vida universitaria”, escribió Graue en una carta a los diputados. La respuesta fue inmediata: la bancada de Morena emitió un comunicado para afirmar que la propuesta no forma parte de su agenda legislativa y se trataba de una iniciativa a título personal del legislador Jauregui, a quien pedirían retirarla.