Finalmente, Yeidckol Polevnsky terminó su encomienda al frente de Morena de la peor manera: defenestrada.
Y no sólo eso. Deja la dirigencia lanzando advertencias, repartiendo culpas, acusando a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de haberse “empinado” ante el senador Ricardo Monreal y ante quién sabe qué otros enviados de Palacio Nacional.
Ah, pero si bien no será más la Presidenta de Morena, ¡ni crean que dejará su cargo como Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional del partido!
“Si ellos (los magistrados) dicen que (Alfonso) Ramírez Cuéllar va a entrar como presidente, ¡claro que yo voy a seguir como secretaria general! A ningún precio les iba yo a dejar el espacio libre…, ni que estuviera loca”.
Pero no sólo eso, Polevnsky anunció que la próxima semana habría un foro con académicos y funcionarios sobre las “ilegalidades jurídicas” cometidas en el Congreso Extraordinario del 26 de enero pasado, en el que se nombró como presidente temporal del partido a Ramírez Cuéllar.
El caso es que, por más que trató de aferrarse a la máxima posición de Morena cuando menos un año más para “palomear” a los candidatos del 2021, Yeidckol perdió. Y de paso hizo perder tiempo importante a Morena, que se enfrentó en una lucha intestina de la que le costará salir.
Por lo pronto, lo que sí se puede decir es que Morena recibió de los rumbos de Culhuacán una buena bocanada de oxígeno, cuando parecía que el pleito entre las fuerzas encabezadas por Bertha Luján y la propia Polevnsky sería interminable y los condenaba al fracaso.
Poca ahora a Ramírez Cuéllar llamar a elecciones. A ver si no se enfrascan también ahí en otro pleitazo.