La pandemia evidenció nuevamente el despilfarro que tuvieron las administraciones anteriores en programas de tecnologías de la información que no aportaron nada al sistema educativo.
Por Gabriela Rivera
La pandemia de COVID-19, el cierre de las escuelas y la implementación de las clases en casa pusieron en evidencia el desastre que es el sistema educativo en México desde hace décadas.
Durante los últimos tres gobiernos, se implementaron programas que buscaban la implementación de las tecnologías de la información (TIC’S), así como la capacitación de los docentes para utilizarlos en las aulas. Ninguna de ellos funcionó, y hoy los niños padecen las consecuencias de estas estrategias fallidas.
“Era la receta del desastre: poca evidencia y mucha ocurrencia, tolerancia al despilfarro, impunidad a la corrupción, falta de continuidad en los programas, y gente que llega a los puestos a aprender, es lo que nos dejaron los últimos gobiernos (…) y estas son las consecuencias de todo esto que hemos denunciado durante años”, aseguró Marco Fernández, profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey.
Durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón se implementó el programa Enciclomedia, que consistía en una computadora, un pizarrón electrónico, proyector, una impresora y contenidos del programa educativo de 5º y 6º de primaria. Entre 2005 y 2010, que duró el programa, se gastaron 30 mil millones de pesos en la renta de los equipos, así como en la digitalización de los libros de texto.
En 2011, el subsecretario de Educación Básica, Fernando González Sánchez —yerno de Elba Esther Gordillo— implementó el programa Habilidades para Todos, que tuvo un costo inicial de 10 mil millones de pesos y que reutilizó muchos de los equipos de Enciclomedia que todavía había en las escuelas.
Con el regreso del gobierno priísta, estos dos programas quedaron en el olvido al implementarse el programa @prende 2.0, que entregó laptops a los niños de 5º y 6º de primaria y tuvo un costo de 36 mil millones de pesos.
Investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación encontraron desvíos y millones de pesos sin comprobar en todos estos programas, pero hasta la fecha no hay una sola sanción a los responsables del delito de daño al erario público.
A 15 años de la implementación de estos programas y con la crisis sanitaria en nuestro país, quedo evidenciado que ninguno de los gobiernos anteriores tenía objetivos e ideas claras al momento de implementar estos programas.
“Ahora llama la atención que funcionarios como Otto Granados (ex secretario de Educación Pública) hable en Harvard sobre los retos de la educación a distancia y la tecnología, cuando él tuvo la oportunidad de hacer algo y todo fue un desastre”, asegura el también investigador de México Evalúa.
Gobierno actual tampoco es diferente
Pese a los fallos de sus antecesores, la administración de Andrés Manuel López Obrador tampoco ha implementado acciones para cambiar esta situación y muchas de las promesas de campaña se quedaron en eso.
El programa Internet para todos, con el que se llevaría conexión a todo el país, no tendrá suficientes recursos para seguir implementando, pues con el recorte anunciado la semana pasada, se perderán recursos para estos proyectos.
Fernández asegura que todos tuvieron la oportunidad de hacer algo por la educación de los niños mexicanos; sin embargo, dejaron pasar esa oportunidad y hoy se están pagando las consecuencias, pues 40% de los estudiantes no tienen acceso a internet o una computadora.
“Muchos tiene acceso a través del servicio de prepago del celular, pero quién va a comprar una tarjeta de recarga con la crisis económica que estamos viviendo. Simplemente no se puede pagar”, asegura el investigador en educación.
Después de querer inventar la rueda en educación durante años, hoy el sistema educativo mexicano y su falta de estrategias quedan en evidencia nuevamente, sin que esto sirva para castigar a los responsables de los despilfarros en programas inútiles.