La falta de recursos para seguir la educación a distancia y los problemas de comunicación con la escuela, serán los principales factores.
Por Gabriela Rivera
Después de la pandemia de COVID-19, decenas de estudiantes podrían abandonar sus estudios por la imposibilidad de seguir estudiando a distancia y la falta de seguimiento de su aprendizaje por parte de los profesores.
“El hecho de que los docentes no puedan darle continuidad al contacto con sus alumnos es un peligro, porque son los primeros candidatos al abandono escolar”, aseguró Marco Fernández, profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey.
El especialista recordó que esta situación ya había ocurrido entre 2009 y 2010, justo después del cierre de actividades por la epidemia de AH1N1, por la cual se suspendieron las actividades escolares durante mes y medio.
En aquel momento el mayor número de deserciones escolares ocurrió entre los estudiantes de educación media superior y superior, quienes son la población más susceptible de abandonar sus estudios para ingresar al mercado laboral, aunque esto no signifique que tengan oportunidades de tener un crecimiento profesional y un ingreso suficiente.
“Nosotros anticipamos que esto volverá a ocurrir en esta pandemia”, afirmó el también investigador de México Evalúa.
Desde el 20 de marzo pasado, las escuelas públicas y privadas de todos los niveles educativas cerraron sus instalaciones y comenzaron a impartir clases a distancia.
Mientras que las escuelas particulares apostaron por las videoconferencias, el sistema público imparte sus clases a través de clases transmitidas en televisión abierta o en la página de internet, con actividades que los padres deben supervisar para que el profesor los revise cuando regresen a las aulas.
En el caso de las escuelas públicas se ha dificultado la comunicación de los profesores con los alumnos, y aunque se han buscado medios tan básicos como el popular Whatsapp, hay familias con las que no hay manera de comunicarse porque no tienen los recursos para pagar internet o un servicio de telefonía celular, reconoció Pedro Hernández, secretario general de la sección 9 de la CNTE en la Ciudad de México.
Esto definitivamente afectará la manera en que estudian los niños y jóvenes, pues el profesor no puede dar seguimiento a su aprendizaje y sus necesidades.
Compensación en dos ciclos escolares
Marco Fernández también ha señalado que las afectaciones por el cierre de las escuelas en marzo, abril y mayo tendrá repercusiones en los niños durante este ciclo escolar y también en el siguiente.
“El próximo ciclo escolar (2020-2021) también será afectado por el brote que pueda presentarse en el otoño. ¿Qué va a hacer el gobierno para cubrir lo que no cubrió este año y lo que no podrá cubrir el próximo?”, cuestionó el investigador.
Lo necesario, dijo, será establecer estrategias que para compensar lo que no se aprenderá en estos dos ciclos escolares. De hecho, añade, la Secretaría de Educación Pública tendría que pasar el resto del sexenio compensando los conocimientos perdidos en este tiempo y resarcir las fallas en el aprendizaje de los menores.
“Las autoridades deben ser conscientes y redoblar los esfuerzos para paliar los daños que puedan quedar. Los siguientes deberían ser utilizados para ir atemperando las afectaciones que ya estamos observando”, dijo Fernández.