Desde hace dos meses, el funcionario reitera que no son necesarias para aplanar la curva.
Por Gabriela Rivera
Desde que se registró el primer caso de COVID-19 en nuestro país, el subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell, ha minimizado el uso de pruebas masivas para detectar todos los casos de coronavirus que hay en el país.
Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han insistido en la necesidad de aumentar el número de pruebas, ante los incrementos de casos y de muertes relacionadas con el virus.
“México está en la curva creciente, tiene que hacer mucho mas en cuanto a la vigilancia, en cuanto al número de pruebas, y nuestra oficina regional, la OPS, está trabajando estrechamente para ayudarles, para mejorar la vigilancia y mejorar los resultados”, dijo Mike Ryan, director de emergencias del organismo, en una conferencia de prensa realizada 1 de mayo pasado.
El funcionario añadió que hay subregistro de los casos, porque no se han diagnosticado todos los casos reales.
“Debe implementarse toda una gama de medidas de salud pública , pruebas extensas, rastreo de los contactos, aislamiento de los casos y, por supuesto, el distanciamiento social”, expuso Clarissa Etienne”, directora de la OPS, el 4 de mayo en otra conferencia a nivel regional.
Pese a ello, López-Gatell insiste en que la aplicación masiva de los test no es necesaria para contabilizar los casos y controlar la epidemia en el país.
“Parece que por alguna razón hay una barrera para visualizar el tema de pruebas (…) Preocupa porque creo que es el mismo fenómeno que hemos visto en las personas que de manera organizada hablan de pruebas y pareciera que hay un interés comercial en el tema”, dijo el subsecretario este jueves, el mismo día que la OMS pidió aplicar más test, ante el crecimiento de casos en el país.
Desde el inicio de los casos de COVID-19 en México, el subsecretario ha reiterado que la aplicación de pruebas no servirá para aplanar la curva, pese a que hay otras naciones –como Corea del Sur o Alemania– que las han utilizado y lograron reducir el contagio y el número de casos.
El 27 de marzo en una entrevista, López-Gatell afirmó que hasta ese momento no se había demostrado que la relación entre en número de pruebas realizadas y la contención de la enfermedad.
El 8 de abril reiteró que no era necesario aplicar las pruebas, incluso a aquellos pacientes que llegaran al médico con síntomas leves, ya que podían estar en su casa y cursar la enfermedad sin complicaciones.
Y fue gracias a esta decisión que en ese momento se estimaban 30 mil casos de coronavirus en el país y no los poco más de tres mil que decían las cifras oficiales.
Un mes después, los organismos internacionales vuelven a insistir en la aplicación de pruebas masivas, que además serán necesarias en la etapa de desconfinamiento, según ha dicho la OMS.