¿Cómo hacerle para navegar en medio de la incertidumbre, esa incertidumbre que envuelve a todos los países a causa del Coronavirus?
-Hay que hacerlo con cautela-, responde Hugo López-Gatell.
Sí, con cautela, ciertamente. Así hay que echarse a andar.
Así lo están haciendo en distintos países. Unas veces entreabriendo la puerta poco a poco; otras, volviéndola a cerrar de golpe ante el inmediato golpe de contagios.
Cautela, pues. Sólo que el subsecretario de salud olvidó mencionar que hay de incertidumbres a incertidumbres, que hay navíos que surcan los mares con instrumentos y apoyo marítimo, y otros que apenas si cuentan con una brújula, las estrellas y la esperanza de cielos abiertos.
Y por lo que toca al SARS-Cov-2, la diferencia la hacen las pruebas.
Nomás que a nuestro doctor al frente de la estrategia científica para enfrentar la pandemia, no gusta de las pruebas al por mayor. No les ve caso ni utilidad. Lo ha reiterado una y otra vez, aún y cuando la Organización Mundial de la Salud opine lo contrario, ni aunque lo demuestren distintos países que han enfrentado al coronavirus con cierto éxito.
En esto, hasta ahora, no ha habido manera de que el doctor López-Gatell matice siquiera su posición (como terminó haciéndolo a regañadientes con los tapabocas). Sigue con anteojeras.
¿En algún momento de la amplia conferencia mañanera en que se anunció el plan para reactivar la economía, escucharon siquiera mencionar la palabra “pruebas”?
En lo absoluto, ¿verdad?
A lo anterior habría que sumar la decisión de la Cofepris –sin argumento alguno de por medio- de prohibirle al hospital ABC la toma de muestras para realizar la prueba de SARS-CoV-2, IgG (prueba para determinar si ya se tuvo el virus y que ayuda a identificar quién puede donar sangre que pueda usarse para fabricar plasma convaleciente para ayudar a los pacientes graves de COVID-19).
Otro caso para la araña…
Al “ambiente de incertidumbre” se suman también las decisiones que se implementarán a nivel nacional pues, por más coordinación que haya y se pida de parte de la federación, no todas son aplicables en lo general y no necesariamente todos los gobernadores aceptarán (algunos ya tomaron decisiones propias en el tema de la educación).
“Los estados debemos verificar cada uno de los niveles de riesgo. Nadie mejor que los niveles locales para eso”, apuntaría discretamente el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, ante el Presidente de la República.