El Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México enfrenta una situación alarmante que pone en riesgo la seguridad de sus pasajeros. A pesar de las advertencias de daño estructural en las instalaciones de la Línea 9, el gobierno ha postergado la rehabilitación del tramo elevado durante más de siete meses.
La administración de la Ciudad de México, entonces bajo el cargo de Claudia Sheinbaum, poseía un proyecto ejecutivo que detallaba las acciones necesarias para asegurar el funcionamiento seguro de la Línea 9 del Metro. Sin embargo, esta información ha sido relegada a un segundo plano, a pesar de las advertencias sobre daños estructurales que emergen tanto de los usuarios como a simple vista en las instalaciones.
Afectaciones en tramo elevado de Metro Pantitlán
Uno de los puntos más críticos se encuentra en la cabecera sur de la estación Pantitlán, donde el gobierno capitalino ha identificado una deformación profunda en la estructura del tramo elevado. Este problema no solo ha causado el desplazamiento de las trabes, sino que también ha afectado los tiempos de recorrido de los trenes, lo que se traduce en una experiencia más lenta y aglomerada para los pasajeros.
Cada día, más de 200 mil personas usan en la Línea 9 del Metro para transportarse entre el Oriente y el Poniente de la capital. No obstante, las deficiencias estructurales presentes en esta línea son parte del diagnóstico que realizó la administración de Claudia Sheinbaum sobre su estado.
El plan ignorado
A raíz de ello, en septiembre de 2022, se encomendó a la empresa Construcciones ICI la tarea de realizar una revisión estructural, estudios y un proyecto ejecutivo para encontrar soluciones efectivas a estos problemas.
Los resultados de este análisis son contundentes:
- El gobierno de la Ciudad de México debe llevar a cabo una demolición y reconstrucción de los primeros 150 metros del tramo elevado entre las estaciones Pantitlán y Puebla.
- Asimismo, se propone la nivelación y rehabilitación de 160 metros del viaducto elevado en la zona que cruza sobre el circuito interior.
- Además, se busca corregir la geometría de los 5 kilómetros de ida y vuelta que abarca el tramo elevado entre Pantitlán y Velódromo. Este proceso involucra el cambio de 520 durmientes, 2000 metros cúbicos de balasto y 60 rieles.
- El proyecto también contempla la mejora de pasos peatonales y conexiones entre edificios de las estaciones Pantitlán y Puebla, así como la remodelación de la caseta de estacionamiento en la estación Velódromo.
- Otros aspectos cruciales incluyen el cambio del sistema eléctrico en todo el tramo elevado, la rehabilitación del mando centralizado y la renovación del pilotaje automático, la señalización y el sistema de comunicación.
Metro no ha acatado recomendaciones
A pesar de estas recomendaciones y del diagnóstico detallado, ninguna de las 539 acciones propuestas en el proyecto ejecutivo ha sido implementada ni licitada. Las respuestas obtenidas a través de solicitudes de transparencia a la Secretaría de Obras de la capital revelan que el Metro tampoco ha asignado recursos en su presupuesto 2023 ni ha informado públicamente acerca de un plan de remodelación futuro para el tramo elevado de la Línea 9.
Sin cumplir recomendaciones del Instituto para la Seguridad de Construcciones
Antes de dejar su cargo en julio de 2023 para buscar la candidatura presidencial por Morena, Claudia Sheinbaum defendió las acciones tomadas para parchar la Línea 9. Sin embargo, las acciones mínimas realizadas durante este año, como el apuntalamiento de 22 trabes en las primeras dos columnas del tramo que parte de la estación Pantitlán, apenas atienden una de las muchas recomendaciones realizadas por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones en un informe entregado a principios de 2022. Este informe aconsejaba, como mínimo, apuntalar los primeros metros del tramo elevado .
A pesar de las evidencias acumuladas y las recomendaciones, el gobierno de la Ciudad de México sostiene que la Línea 9 opera de manera segura y que las medidas de apuntalamiento son suficientes para garantizar la integridad de los usuarios. Mientras tanto, la incertidumbre y los riesgos persistan, disminuirá la calidad del servicio y la seguridad de quienes confían en este sistema de transporte vital.
Te recomendamos leer: A dos años del colapso, la Línea 12 no ha sido rehabilitada
Con información de Latinus.