El lavado de manos es la medida más eficiente contra el coronavirus, pero se requiere contar con agua disponible la mayor parte del tiempo.
Por Gabriela Rivera
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador insiste en regresar a las aulas a concluir el ciclo escolar, aún cuando 23% de las escuelas en el país no cuentan con agua potable y no se puede garantizar el lavado de manos frecuente. De ese total, la mayoría se ubican en los municipios más pobres del país, donde no además no hay infraestructura sanitaria, drenaje y baños.
De acuerdo con el estudio realizado por el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED), creado en el gobierno de Enrique Peña Nieto, dos de cada 10 escuelas no cuentan con acceso a agua potable y cuatro de cada 10 no tienen drenaje.
Si bien estos problemas se resolverían conforme avanzara el sexenio, al finalizar éste, en 2018, este problema persiste en los centros educativos del país, y es más evidente ahora que se requiere agua potable para controlar los contagios de COVID-19.
El lavado de manos es la principal acción recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir el contagio de coronavirus. Pero para que esto sea efectivo, se debe tener acceso a agua potable y jabón para lavar las manos frecuentemente.
“Como medida de contingencia, debe aumentarse la frecuencia de lavado de manos, lo cual genera una mayor demanda de agua. Sin embargo, muchas escuelas no cuentan con suministro de agua y en otras tantas, el suministro es escaso, inestable y no de óptima calidad”, reconoce el el documento Estrategias de reapertura de escuelas durante COVID-19.
El documento, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo, señala que en México las escuelas ubicadas en los lugares con el quinto 1 de pobreza no tienen acceso a agua potable, mientras que apenas 75% de las escuelas rurales están conectadas a la red.
Esta cifra deja al país detrás de Uruguay, Chile y Brasil, donde, en promedio, 90% de las escuelas de cualquier tipo cuentan con agua disponible para sus alumnos.
SEP insiste en terminar ciclo escolar
A pesar de las carencias en infraestructura que enfrentan los centros escolares de los municipios más pobres, la administración federal insiste en que los menores ya pueden regresar a la escuela y concluir el ciclo escolar 2020-2021.
De acuerdo con el plan de regreso a la normalidad, este lunes regresarían los alumnos de 323 municipios ubicados en 14 estados de la República, de los cuales 60% están ubicados en la zona más pobre de Oaxaca y otros tantos en Guerrero y Veracruz, considerados los estados más pobres del país, según el Coneval.
El gobierno argumenta que en estos municipios no hay contagios de coronavirus y los municipios vecinos tampoco los tienen, por lo que es seguro retomar las actividades diarias.
El BID apoya estas medidas en los municipios rurales, siempre y cuando se garantice el acceso a agua potable, a través de distintas vías: tanques de almacenamiento para almacenar agua de la red o enviada en pipas; pozo de extracciòn subterranea; y recolección de agua pluvial.
Sin embargo, el plan de regreso a la normalidad no especifica si se tomaron en cuenta las características de infraestructura garantizar la seguridad de los niños y profesores en este regreso.