Congestión, obras en el metro y protestas sociales afectan a empresas y ciudadanos
La Ciudad de México, una de las metrópolis más grandes y congestionadas del mundo, se enfrenta actualmente a una crisis de movilidad que amenaza con paralizar su economía y afectar la calidad de vida de sus habitantes. En las últimas semanas, la congestión en sus principales vialidades ha alcanzado niveles críticos, lo que se traduce en un aumento de los costos y una dificultad adicional en el transporte de mercancías y pasajeros.
Tráfico y tiempos de traslado: Un problema cotidiano
La congestionada red vial de la Ciudad de México es una preocupación diaria para sus habitantes. El tiempo que solía llevar un viaje entre puntos clave de la ciudad, hace menos de un año, ha aumentado significativamente. Un viaje que se realizaba en aproximadamente 1 hora y 30 minutos, ahora puede llevar 2 horas y 15 minutos en promedio. Este incremento en los tiempos de traslado está teniendo un impacto directo en los costos del transporte, lo que equivale a un aumento del 25 al 30 por ciento. Los motivos de este aumento de costos incluyen un mayor consumo de combustible y la reducción de los viajes pagados que se pueden realizar en una jornada laboral.
De acuerdo con Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño (ConComercioPequeño SC), este incremento en costos no solo afecta a las empresas que dependen del transporte para mover mercancías, sino también a los trabajadores. Los empleados que necesitan más tiempo para llegar puntualmente a sus lugares de trabajo enfrentan una carga adicional en su rutina diaria. Estos problemas son solo el inicio de las dificultades que enfrenta la Ciudad de México en términos de movilidad.
Obras del metro y efecto dominó
Una de las principales razones de esta crisis es la prolongación de las obras en el Sistema de Transporte Colectivo Metro. En particular, las líneas 1 y 12 han estado en proceso de rehabilitación durante varios meses. Esto ha generado un efecto dominó en todo el sistema de transporte público de la ciudad. Para dar contexto, la línea 1 de Metro transportaba diariamente a aproximadamente 500,000 pasajeros. El cierre de esta línea durante 8 meses ha ejercido una presión significativa en las líneas 9 y 5 del metro, así como en las vialidades alternas que han tenido que asumir la carga adicional.
Este efecto dominó está teniendo un impacto en la saturación de las vialidades, los tiempos de traslado y, por lo tanto, los costos asociados al transporte de mercancías y pasajeros. Además, las obras de rehabilitación en el metro no son el único problema que afecta la movilidad en la Ciudad de México.
Protestas sociales y delincuencia
Las protestas sociales son otro factor que ha contribuido al caos en las vialidades de la ciudad. Las manifestaciones han paralizado importantes vías de comunicación, lo que dificulta aún más el transporte de mercancías y pasajeros. Las consecuencias son graves, ya que la falta de vigilancia en estos congestionamientos está creando oportunidades para la delincuencia. Los asaltos a conductores y pasajeros se han vuelto más frecuentes en las principales avenidas de la metrópolis.
Obras interminables y falta de soluciones
La Ciudad de México también se enfrenta a un exceso de obras públicas que parecen interminables. Estas obras, que incluyen la rehabilitación de vialidades y sistemas de transporte público, han exacerbado la crisis de movilidad en la ciudad. Además, las lluvias han contribuido al problema al generar más zanjas y baches en la carretera.
Los propios ciudadanos se han visto afectados por estas obras aparentemente interminables y los cierres temporales de las vialidades. Los atascos y las largas esperas han llegado a niveles alarmantes, lo que afecta a todos los sectores de la población, incluyendo empresas y comerciantes en la zona céntrica de la ciudad.
Soluciones innovadoras
Mario Martínez, especialista en transporte urbano, ha hecho un llamado a las autoridades a ser más eficientes en la ejecución de obras públicas. Asegura que la falta de inversión en el transporte público y la falta de un plan maestro de movilidad están contribuyendo al problema. Martínez también destaca la necesidad de inclusión, instando a considerar a diversos actores, sectores y propuestas innovadoras para abordar la crisis de movilidad. La situación es crítica y está afectando negativamente a la economía, la calidad de vida y la seguridad en la Ciudad de México.