Miguel Ángel Mancera, pieza clave en la Línea 12

Miguel Ángel Mancera

Entre los principales nombres que suenan como presuntos responsables de la tragedia ocurrida en la Línea 12 del Metro, se encuentra el de Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México de 2012 a 2018 y quien estuvo a cargo de su reparación desde 2014.

Los estragos del temblor de 2017

En total, desde 2014, con Mancera como jefe de gobierno, y hasta 2019, ya durante la administración de Claudia Sheinbaum, se han invertido más de 765 millones de pesos para tratar de arreglar las fallas de origen de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, inaugurada por Marcelo Ebrard en 2012.

Después del temblor de septiembre de 2017, durante el mandato de Mancera, se realizaron labores de mantenimiento en las estaciones del Metro Olivos y Nopalera para los cuales se destinaron 15 millones de pesos. Estos trabajos incluyeron el reforzamiento de una columna, una trabe y dos curvas; además, según aseguró Jorge Gaviño, entonces director del STC Metro, todas las columnas fueron revisadas con ultrasonido y rayos X.

Posteriormente, en enero de 2018, se reabrió dicho trayecto, cuya rehabilitación estuvo a cargo de Carso, Construcción de Obras para el Transporte, Colinas de Buen, T.S.O y Systra, las cuales también tuvieron participación en su construcción. A pesar de todos los arreglos y el dinero invertido, los usuarios y los vecinos de la zona continuaron denunciando daños y problemas, en el tramo elevado.

Lo suspendieron año y medio para arreglarlo

En diciembre de 2013, el incremento del costo del boleto de 3 a 5 pesos se mantuvo en el “ojo del huracán”. De acuerdo con Joel Ortega, quien fuera el primer director del Metro en la jefatura de Mancera, el incremento permitiría, entre otras cosas, comprar 45 trenes para la Línea 1 y 12 para la Línea 12, además de mejorar las condiciones generales de este sistema de transporte.

Posteriormente, en 2014, Miguel Ángel Mancera y Ortega suspendieron el tramo elevado de la Línea 12 tras señalamientos de deficiencias y fallas, y se mantuvo sin servicio durante un año y medio de las estaciones Atlalilco a Tláhuac. Según Ortega, desde su inauguración, el proyecto presentaba serias fallas, las cuales se complicaron con el tiempo y la operación de todos los trenes.

Aunque finalmente la nueva línea se reabrió, al asumir la dirección del Metro en septiembre de 2015, Jorge Gaviño, se encontró nuevamente con dificultades que no pudieron resolverse en tiempos de Ortega: “11 estaciones de la línea 12 con fallas en la seguridad, cinco estaciones de la línea A ‘inservibles’ y muchos trenes parados”,según reporta El Financiero.

Con información de Sin Embargo, Forbes, El País y El Financiero

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