El “austero” departamento del coordinador de Morena en el Senado

El más reciente episodio de la serie “Lujos en la Cuarta Transformación”

La tan proclamada austeridad republicana del presidente López Obrador y su equipo parece ser un concepto selectivo y reservado solo para aquellos que no forman parte de un selecto grupo cuatroteísta. Mientras la mayoría de los mexicanos enfrentan dificultades económicas y restricciones presupuestarias, algunos miembros de la 4T parecen considerar los lujos y extravagancias como “indispensables” para su desempeño en funciones públicas y parlamentarias.

En el último episodio de la serie “Lujos en la Cuarta Transformación”, el senador Eduardo Ramírez, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, ha sido el protagonista de un escándalo mediático al ser señalado como ocupante de un lujoso penthouse en la exclusiva zona de Polanco, en la Ciudad de México. Según el diario Reforma, el valor de esta propiedad alcanza la sorprendente cifra de 22 millones de pesos.

En un intento de sacar a relucir su ingenio para evadir el tema, Ramírez salió a defenderse en un video en sus redes sociales, asegurando que es un simple arrendatario y no el propietario de tan ostentoso inmueble. Sin embargo, las inconsistencias en su explicación son más evidentes que el maquillaje en una película de fantasía.

Resulta curioso cómo el senador Ramírez asegura no tener información sobre la empresa a la que supuestamente le renta el penthouse, especialmente cuando él mismo ha admitido haber habitado en el mismo inmueble durante un par de años antes. ¿Acaso los cuatroteístas han desarrollado un misterioso poder de amnesia selectiva?

El líder morenista también ha lanzado acusaciones sobre ataques y desprestigio, afirmando que han utilizado recursos públicos para denostarlo, pero convenientemente, omite revelar quiénes son los autores de dichos ataques. ¿Una táctica del Legislador para despistar a sus críticos?

La situación no puede tomarse a la ligera, ya que Eduardo Ramírez es el coordinador de la bancada mayoritaria en la Cámara de Senadores, y cualquier indicio de tráfico de influencias o abuso de poder debe ser investigado a fondo. No podemos ignorar la posibilidad de que el departamento sea “prestado” por alguna empresa interesada en obtener favores políticos, al estilo de la famosa “casa gris”.

El cuento del “fuego amigo”

El cuento de Ramírez, quien busca desesperadamente la venia del habitante de Palacio Nacional para lanzarse como candidato de Morena a la gobernatura de Chiapas no es solo una historia de fantasía. El legislador deja entrever que la “filtración” de su departamento en Polanco puede ser el resultado de “fuego amigo” dentro del morenismo, es decir entre sus mismos “compañeros” del partido oficialista que buscan también ser los elegidos para gobernar a los chiapanecos en el próximo periodo. Uno de ellos, por cierto, es el flamante y vilipendiado director del IMSS, Zoe Robledo.

El manejo de información y la falta de transparencia de algunos miembros de la 4T ponen en tela de juicio la verdadera naturaleza de la austeridad republicana y el compromiso de servir al pueblo.

Mientras los mexicanos enfrentan las realidades de la vida cotidiana, algunos parecen estar más preocupados por vivir un cuento de hadas en Polanco, con Suburbans y anuncios espectaculares incluidos. Tal vez -como ironiza Reforma en su columna Templo Mayor de este jueves- el próximo lanzamiento de Barbie tenga un nuevo personaje: Ken Legislador, con su penthouse misterioso y una habilidad asombrosa para desviar preguntas incómodas.

¿Será que la serie “Lujos en la Cuarta Transformación” se convierta en un éxito taquillero o en una trágica comedia de errores políticos? La audiencia, es decir, la ciudadanía, está a la espera de respuestas claras y contundentes, porque al final, la verdadera política es demasiado seria para convertirla en un juego de muñecas.

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