El 2 de abril, cuando se registraban mil 510 casos de Covid-19 y 50 defunciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una de sus declaraciones más polémicas. En conferencia de prensa dijo que con la pandemia, los mexicanos íbamos “a salir fortalecidos, o sea, que nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación”.
Casi cinco meses después, el país se encuentra en una grave crisis económica y la pandemia al parecer, empieza a bajar su intensidad después de provocar la muerte de más de 60 mil personas. Un escenario que el subsecretario Hugo López-Gatell había dicho que era catastrófico. Es muy probable que cuando el presidente de su Segundo Informe de Gobierno, México ya haya superado los 600 mil contagios.
Todos los pronósticos fallaron
Desde el principio se dijo que México estaba preparado, que el país no se vería rebasado, que se había aprendido de la experiencia de otros países. Se mencionó que no era grave, que el pico de la pandemia sería en abril y saldríamos adelante de esto.
En poco tiempo los hospitales se vieron casi saturados por gente que empezó a enfermarse. Muchos más probablemente tuvieron la enfermedad pero nunca lo supieron, ya que México fue de los países que menos pruebas ha realizado en el mundo, a pesar de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud.
Exceso de mortalidad
Uno de los efectos más visibles de la fallida estrategia es el exceso de mortalidad en el país.
El pasado 25 de julio, Ruy López Ridaura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, reconoció que entre la semana 12 y la 26 (16 de marzo al 31 de mayo), en México habían muerto 71 mil 315 personas más de lo esperado. Estas cifras eran parciales dado que 12 entidades no revelaron su información de decesos.
Tan solo en Ciudad de México, entre enero y principios de agosto de 2020, murió la misma cantidad de gente que en todo 2018.
Estas cifras podrían confirmar que ha muerto más gente por Covid-19, de la que mencionan las cifras oficiales. Personas que tuvieron los síntomas pero no se les hizo la prueba debido a que fallecieron antes de que esto pasara o murieron en la casa, la calle o en algún otro lugar que no fuera un hospital.
La realidad es que la gente considera que la pandemia no está bajo control y que el gobierno pudo haber hecho más para evitarlo.