Pese a los aumentos al salario mínimo, el poder adquisitivo de las familias mexicanas ha sufrido pérdidas sustanciales frente a la inflación.
Datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social revelan que los incrementos salariales aprobados en lo que va del 2022 se han visto cortos frente al incremento de precios resultado del contexto inflacionario que se vive en México y el mundo, lo que ha dejado un saldo de 778 mil trabajadores afectados.
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De enero a septiembre de 2022 se realizaron 2 mil 138 negociaciones que lograron un incremento salarial nominal promedio de 6.6 %; sin embargo, el alza inflacionaria provocó una pérdida del 1.17 % en el poder adquisitivo.
De hecho, de esas 2 mil negociaciones, mil 153 tuvieron un incremento inferior a la inflación anual al momento de alcanzar el acuerdo, lo que afectó a 778 mil 387 trabajadores, el 77% del millón 13 mil que participaron en las revisiones salariales.
En cuanto a sectores, los incrementos salariales de la plantilla laboral del sector público dependen de los estimados de inflación de las instituciones gubernamentales.
Mientras que en el sector privado se suelen otorgar otro tipo de incentivos como bonos de productividad o desempeño, además de los incrementos en función de la inflación, lo que hace más atractivos los incrementos en la parte privada que en la pública. Por ejemplo, durante el mismo periodo los sindicatos de este ámbito lograron negociar un aumento promedio ponderado nominal de 7.8%, lo que les permitió mantenerse 0.04% por arriba de la inflación.
Si se analiza por actividades, solo 9 de 32 lograron aumentos superiores a la inflación, 8.0% en beneficio de 370 mil trabajadores, al momento de los acuerdos. Destacan la industria automotriz y de autopartes, la de alimentos, banca y crédito, metalurgia y siderurgia, así como transporte terrestre.
En contraste, entre las actividades con incrementos por debajo de la inflación están la producción de hidrocarburos, servicios educativos, la industria eléctrica, servicios telefónicos, químico-farmacéutica y el comercio.
Para 2023 las previsiones indican que la inflación seguirá siendo un factor importante de presión en las revisiones salariales contractuales, sobre todo en los primeros meses del año, ya que se espera que el alza generalizada de los precios se mantenga elevada.
En este contexto, la consultora global Mercer pronostica que el promedio salarial sea de 7.8 % frente a una inflación prevista de 4.8% al cierre del año.
José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), indicó que los empresarios estudian otorgar un aumento al salario mínimo general que considere la inflación y un porcentaje adicional, por lo que se puede esperar hasta 15 %.
Con información de El Siglo de Torreón.
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