En México, la subocupación laboral es una realidad que afecta a millones de personas. En estos casos, los ingresos obtenidos por trabajos de menos de 35 horas a la semana no son suficientes para una vida digna, por lo que estas personas buscan activamente más trabajo para complementar sus ingresos.
Según datos recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al menos 4.2 millones de mexicanos se encuentran en una situación de subocupación.
La subocupación se refiere a una situación en la que una persona tiene un empleo, pero trabaja menos horas de las que desearía o necesita trabajar para cubrir sus necesidades financieras. Es decir, el individuo está ocupado en el mercado laboral, pero su nivel de ocupación es insuficiente en términos de horas trabajadas.
La subocupación puede manifestarse de diferentes formas. Por ejemplo, una persona puede tener un trabajo a tiempo parcial cuando preferiría trabajar a tiempo completo, o puede tener un trabajo a tiempo completo pero con un horario reducido de manera involuntaria. En cualquier caso, la persona subocupada está disponible y busca más horas de trabajo para aumentar sus ingresos y mejorar su situación laboral.
Este fenómeno es solo una faceta de los desafíos persistentes que enfrenta el mercado laboral mexicano. A pesar de que el número total de personas empleadas en el país alcanzó los 58.9 millones en enero, hay una serie de problemas que continúan afectando a los trabajadores en todas las industrias y sectores.
Uno de los problemas más notables es la necesidad de tener múltiples empleos. Muchas personas se ven obligadas a trabajar en más de un lugar para poder cubrir sus gastos básicos y mantener a sus familias. Esta realidad, además de generar estrés y agotamiento, dificulta la posibilidad de tener una vida equilibrada y estable.
Además, la alta tasa de informalidad laboral es otro desafío importante. Más de la mitad de los empleados en México, es decir, 31,9 millones de personas, trabajan en la economía informal, sin acceso a prestaciones laborales básicas como seguro médico, vacaciones pagadas y seguridad laboral. Esta falta de protección laboral deja a los trabajadores vulnerables a la explotación y las condiciones laborales precarias.
El impacto en la calidad del empleo también es una preocupación. Muchos trabajadores, aunque tienen empleo, luchan por mantenerse a flote debido a salarios insuficientes y condiciones laborales desfavorables. Esta situación no solo afecta su calidad de vida, sino que también limita su capacidad para ahorrar, invertir en su futuro y alcanzar sus metas personales y profesionales.
El panorama laboral en México es complejo y multifacético. La subocupación, la necesidad de múltiples empleos, la informalidad laboral y la falta de calidad en el empleo son solo algunos de los desafíos que enfrentan los trabajadores en el país.
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Con información de El País.
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